Frente al reto que le espera al país de apoyar la reincorporación de cerca de 10.000 miembros de las Farc, contando milicianos, hay experiencia suficiente. En ello confía Joshua Mitrotti, director de la Agencia para la Reincorporación y Reintegración.
Lograr que el 76 % de las personas que pasaron por el proceso de reintegración no volvieran a delinquir, nunca más retomaran las armas y garantizaran que después de un proceso de 6 años pudieran autosostenerse y no dependieran de subsidios del Estado, es más que suficiente para confiar en que el país está listo para reincorporar a los exguerrilleros a una nueva vida.
“Llegamos a pensar que nuestra experiencia iba a desaparecer con la reincorporación de las Farc, pero lo que hicimos fue generar confianza, que las Farc entendieran que la Agencia no tenía ningún interés antisubversivo y que, por el contrario, tiene todas las herramientas para apoyar su proceso”, contó Mitrotti.
Por su parte, Frank Pearl, quien ha estado como representante del Gobierno en procesos de negociación y de reincorporación de paramilitares y guerrilleros, expresó que la ruta de reintegración está soportada en una red de más de 600 empresas, fundaciones y entidades públicas que pueden acoger a las personas que decidieron dejar las armas. “A todos nos conviene que la reintegración de las Farc funcione”, agregó.