Mientras siguen los esfuerzos para contener la contaminación por petróleo en la bahía de Tumaco, el grave daño ambiental causado por el atentado que mantiene sin servicio de agua a 160.000 habitantes generó un nuevo reclamo del gobierno a las Farc.
Cinco días después del derrame de 131.000 galones de crudo por la voladura del oleoducto Transandino, la empresa Ecopetrol confirmó que se encontraron “trazas” de petróleo en las playas de Tumaco.
Los técnicos trabajan para extender de 1.000 metros a 3.000 metros las barreras oceánicas instaladas. “En total, se dispone de 5.000 metros de barreras para controlar el derrame en el río y en el mar, que serán incrementados a 7.000”, informó la petrolera.
Hasta ahora se han logrado contener 3.000 barriles de petróleo. Y para atender la emergencia, se han dispuesto 30 carrotanques que llevan agua potable al puerto.
La contaminación producida por el derrame provocado por la guerrilla fue calificada por el ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo como el “peor desastre ecológico de los últimos 10 años”, y coincidió con declaraciones de jefes guerrilleros que cayeron mal en los negociadores del Gobierno.
Llamado a la coherencia
Un día antes de terminar el ciclo 38 de conversaciones en La Habana, el jefe negociador Humberto de la Calle cuestionó la incoherencia entre el discurso y las acciones de la guerrilla.
“¡Coherencia señores de las Farc! La apelación hoy a la Encíclica ‘Alabado seas’ es absolutamente incomprensible. La idea de proclamar la defensa del medio ambiente, destruyendo el medio ambiente, es inaceptable”.
Y agregó que, si bien la regla es negociar en medio del conflicto, “nadie puede comprender” la oleada de atentados “y menos un pobre pescador de Tumaco, un habitante del Chocó, de tantos lugares afectados en sus derechos mínimos sin agua, sin energía eléctrica, sin forma de obtener su sustento”.
La reacción se dio a la declaración del jefe insurgente alias “Pastor Alape”, quien destacó la reciente encíclica como una herramienta valiosa para lograr la paz en Colombia: “la valentía del diagnóstico del Papa Francisco para enfrentar con determinación los abusos de los poderes económicos y políticos que postran la tierra degradándola, sometiendo a millones de seres al hambre, a la miseria”.
Ayer, el presidente Juan Manuel Santos reiteró que pese a la escalada de ataques de las Farc tras el fin de su tregua, “la correlación de fuerzas está a favor del Gobierno” e insistió en que no se pactará cese el fuego bilateral antes de un acuerdo .