Cuatro días después del asesinato de dos adolescentes (uno de 12 y otros de 18 años) en Tibú, Norte de Santander, señalados de ser ladrones y cuyos cuerpos aparecieron atados y con tiros de gracia en zona rural de ese municipio, por fin se conocen indicios de quiénes son sus familiares.
En efecto, este martes llegaron a la sede de Medicina Legal en Cúcuta, a donde trasladaron sus restos en la noche de este lunes, un hermano y una tía del niño de 12 años, cuya identidad aún se mantiene en reserva, quienes se acreditaron como sus allegados para retirar el cuerpo.
Ahora se espera que los familiares del joven de 18 años, quien según la Fiscalía de Venezuela se llama Alexánder José Fernández, se acerquen a reclamar su cuerpo. En todo caso, según el diario La Opinión, de Cúcuta, la tía del menor de 12 años, tras ser abordada por medios de comunicación, se limitó a reclamar por su privacidad: “No tengo nada por decir”.
Según información preliminar, estos dos jóvenes asesinados harían parte de las comunidades indígenas del Estado venezolano de Zulia, quienes buscan pasar la frontera hacia Colombia en búsqueda de alimentos y recursos que en su país natal no tienen por la dura crisis humanitaria que allí se vive.
Ambos fueron acusados de robar en un local comercial de Tibú y, posteriormente, grabados por la comunidad que estaba a la espera de que las autoridades se acercaran para capturarlos. EL COLOMBIANO confirmó que la estación de Policía de Tibúa está a tres cuadras del lugar de los hechos, pero no atendieron la llamada de la gente y primero llegaron los ilegales que los terminaron matando.
Desde el primer momento en el que se difundieron imágenes y videos de los cuerpos tirados en el Barrio Largo, de Tibú, varias organizaciones rechazaron los crímenes, e hicieron un llamado al Gobierno Nacional para que adelante las respectivas investigaciones. Uno de ellas fue la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas en el país.