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Minsalud no habría usado ley que le permitía comprar vacunas contra la viruela del mono

Se trata de una estrategia legal que le socializó la administración anterior. Dosis ya llegaron a Perú.

  • La ministra Corcho ha señalado que los contactos estrechos de las personas contagiadas con la viruela del mono serán priorizadas en la vacunación. FOTO Ministerio de Salud
    La ministra Corcho ha señalado que los contactos estrechos de las personas contagiadas con la viruela del mono serán priorizadas en la vacunación. FOTO Ministerio de Salud
29 de octubre de 2022
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Aunque en las leyes había una alternativa para que Colombia pudiera comprar las vacunas contra la viruela del mono, el Ministerio de Salud –encabezado por la ministra Carolina Corcho– la habría pasado por alto.

Al menos ese es el argumento que esboza el exdirector de Epidemiología de la anterior administración del Ministerio de Salud, Julián Fernández. Con vehemencia aseguró que el Gobierno actual ha ignorado deliberadamente la posibilidad de explorar mecanismos jurídicos para comprar vacunas. Más aún, porque otros países como Perú, Chile y Brasil ya han recibido dosis.

La crítica radica en que la ministra Corcho decidió no comprarle vacunas a la farmacéutica Bavarian Nordic argumentando que la ley se lo impedía.

(Siga leyendo: Le caen a la Ministra de Salud por demoras para adquirir vacunas contra la viruela del mono).

En efecto, Colombia es un país con estrictas normas sanitarias que restringen la compra de medicamento que no han pasado por rigurosos procesos de evaluación de las autoridades locales. Fue por eso que en 2020, a raíz de la urgente necesidad de atender la pandemia de coronavirus, el Congreso tuvo que aprobar un articulado exprés que permitiera negociar la adquisición de vacunas anticovid.

La Ley 2064 de 2020 fue la base de esos acuerdos. No solo facilitaba la compra de vacunas, sino que le daba al Gobierno Nacional la posibilidad de negociar directamente con las farmacéuticas. Así fue que el país consiguió que hasta hoy se hayan distribuido más de 93 millones de dosis anticovid.

Sin embargo, esa ley tiene un detalle que le impide al Estado operar del mismo modo frente a la emergencia sanitaria internacional de la viruela del mono. En el primer artículo establece que su objeto es dar herramientas para la “inmunización de la población colombiana” contra el covid-19 y “otras pandemias”.

Como la viruela del mono no ha sido, y seguramente no será, declarada como una pandemia, la ley se queda corta para darle poderes al Estado de negociar las vacunas.

Esto es especialmente importante porque en el artículo 5 de esa ley se flexibilizan las responsabilidades que tienen las farmacéuticas frente a la aplicación de las vacunas que producen. El parte reza que esas empresas solo serán responsables por “acciones u omisiones dolosas o gravemente culposas”.

Ese tipo de indemnidad era la que estaba buscando la farmacéutica Bavarian Nordic con una cláusula que estaba incluyendo en los contratos para negociar las vacunas contra la viruela del mono.

La respuesta de la ministra Carolina Corcho fue que hacerles caso a las condiciones que ponía el gigante farmacéutico hubiera implicado romper la ley. Por ello, acabó pidiendo que se renegociaran los términos del contrato. Algo que, como se ha visto, no rindió frutos.

A su vez, la queja de Fernández es que la administración del Ministerio de Salud anterior ya estaba alistando un “plan b” por si la Ley 2064 de 2020 no pasaba en el Congreso o se demoraba demasiado tiempo en hacerlo.

Es justo ese plan b el que Fernández considera que debió usarse ante la actual coyuntura. Se trata de un artículo de la Ley 1753 de 2015, que le daba al Ministerio de Salud la posibilidad de declarar una emergencia sanitaria y, con ella, tomar “las acciones que se requieran para superar las circunstancias” que la provocaron. Esa estrategia fue una de las sugerencias que se pusieron sobre la mesa durante la reunión de empalme entre ambas administraciones. Pero la recomendación no fue aceptada.

Virus distintos

Luis Jorge Hernández, epidemiólogo e investigador en salud pública de la Universidad de Los Andes, dijo que la viruela del mono y el covid-19 no son virus comparables.

Si bien la viruela del mono ha despertado alerta internacional, sus tasas de mortalidad son mucho más bajas y no representa el mismo riesgo para la salud pública del país.

“El Gobierno ha venido haciendo ajustes y negociaciones frente a una vacuna que no tiene la misma perentoriedad que la del covid-19”, sostuvo Hernández.

A su vez, sostuvo que si bien considera que la respuesta del Ministerio de Salud frente al virus ha sido adecuada, le ha faltado mayor comunicación con la ciudadanía y con la academia.

Y concluyó que también vale la pena prestarles atención a otros problemas de salud pública que causan más muertes y que no reciben tanta atención mediática.

Ya hay pacientes priorizados

Este diario se comunicó con el Ministerio de Salud para consultar si este mecanismo legal se les puso sobre la mesa y por qué no se ha usado, pero por lo pronto no ha habido una respuesta formal.

Lo que sí hizo esa entidad fue publicar un comunicado en el cual recordaba que ya está gestionando 25.000 dosis de las vacunas contra la viruela del mono y daba detalles de quiénes las recibirán primero.

“Se prevé que se priorice para contactos estrechos (alrededor de 3 por persona que presenta la infección), las personas que se encuentran en mayor vulnerabilidad: VIH, HSH (hombres que tienen sexo con hombres) y otras personas con conductas sexuales de riesgo”, apuntó el Ministerio de Salud en un comunicado.

Señalaron, sin embargo, que la vacunación no es la única medida de protección y que deben tenerse en cuenta otras alternativas que ya se han comunicado en otros espacios –por ejemplo, evitar el contacto con personas que parecen estar infectadas y con objetos como ropa y sabanas que también podrían alojar el virus–.

Así mismo, advirtieron que en las últimas semanas los contagios se han desacelerado. “Se evidencia una tendencia a la disminución de casos en el mes de octubre tanto en Colombia como en la región, comparada con el número de casos por semana cuando inició el brote”, indicaron.

Pese a todo, las demoras en la adquisición de vacunas tienen con los pelos de punta a las organizaciones que defienden los derechos de las comunidades LGBTI.

Por ejemplo, el pasado 24 de octubre la Red Somos le hizo un llamado de atención a la ministra Corcho para que priorice la compra de estas dosis. “Es real, está sucediendo también en Colombia. Hemos atendido desde la Red Somos 73 casos, es doloroso, los servicios de salud no están preparados. Necesitamos vacuna ya”, advirtieron a través de su cuenta de Twitter

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