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En algo que parece volverse una costumbre, el presidente Gustavo Petro volvió a llegar tarde, esta vez para el balance de sus primeros 100 días en el poder. Este martes, en la Casa de Nariño, lo esperaban a las 10:00 a.m. y el evento terminó realizándose una hora después, en medio de un despliegue de parafernalia que incluyó una tarima en la Plaza de Bolívar, marchas de algunos sindicatos –divididos por la “celebración”– y con polémica incluida porque la Cámara, al mando de David Racero, no legisló.
Para presentar los primeros resultados de su gestión, el Presidente volvió a recurrir a una figura de confrontación y lo hizo asegurando que su gobierno impulsa políticas para “potenciar la vida”, en lugar de iniciativas que “pueden ayudar a apagarla”, para lanzar así un contraataque a las industrias extractivas, que dejó claro que quisiera acabar a corto plazo, a pesar de representan la mayor fuente de ingresos en el rubro de exportaciones.
“Nunca antes la especie humana había estado tan cerca de su extinción que cuando logra 8.000 millones de personas en el planeta tierra, que es la llamada crisis climática. Políticas públicas que pueden matar y políticas públicas que pueden hacer vivir”, señaló.
EL COLOMBIANO recogió los pilares de este balance, en el que el Presidente sacó pecho por el aumento de los subsidios, los avances en la “paz total” y en educación, pidió más resultados en materia de reducción de homicidios y usó espejo retrovisor para criticar iniciativas del gobierno de su antecesor, Iván Duque.
Balance con retrovisores
Una de las promesas que el Presidente aseguró haber cumplido fue la de la entrega de subsidios de 500.000 pesos mensuales a madres cabeza de hogar. Al hacerlo uso el espejo retrovisor para asegurar que los anteriores gobiernos entregaban “limosna”.
En esa línea, Petro señaló que logró que en el cambio de presupuesto que presentó Iván Duque para 2023 se agregaran 1,3 billones de pesos adicionales al presupuesto para la educación y resaltó la condonación de la deuda a 4.000 personas del Icetex.
En materia de salud destacó el Programa Preventivo de Salud y horas antes del evento lanzó un nuevo sablazo contra las EPS al planteó que están debilitando el sistema de salud que días atrás calificó como uno de los peores del mundo, aunque The Economist lo contradice al señalar que está entre los 10 más inclusivos del mundo.
En materia de economía reiteró que su apuesta será “salir de una economía extractivista y pasar a una economía productiva descarbonizada” en la que aseguró que serán claves la producción agrícola y el turismo, ignorando de nuevo que las exportaciones de hidrocarburos generaron recursos por 19.700 millones de dólares solo en 2021.
Frente a la inflación, que está por encima del 12%, señaló que una solución sería acabar con la “especulación” en el campo de la energía eléctrica para bajar las tarifas que, considera, reducirían precios para el sector productivo. Esto, a pesar de que subió los precios de la gasolina, que tienen influencia directa sobre el transporte y la producción.
Sobre la “paz total”, Petro destacó la aprobación de instrumento jurídico para la “negociación política” con el ELN y jurídica con bandas y organizaciones sin origen político”, donde entraría el cuestionado disidente “Iván Márquez”.
Mientras el presidente hacia estos anuncios en Palacio, a pocos metros, en la Plaza de Bolívar, se congregaron cientos –aunque esperaban lleno total– de manifestantes de sindicatos para apoyarlo. La polémica de la jornada la protagonizó Racero, al no citar a plenaria a pesar de que el Senado, presidido por Roy Barreras, sí lo hizo.
También armó polémica el senador Gustavo Bolívar, del Pacto Histórico, quien tras celebrar los primeros 100 días de Petro en el poder, le puso presión a sus ministros al asegurar que de ahora en adelante “el que falle tiene que irse”.