Ernesto Macías, quien hasta la tarde del sábado fungía como presidente del Senado, tenía un “plan”, que quedó en evidencia por un descuido, para evitar que la oposición ejerciera su derecho a la réplica, luego del discurso del jefe de Estado, Iván Duque.
El micrófono del legislador, adscrito al Centro Democrático, quedó abierto momentos antes del discurso presidencial para la instalación de la nueva legislatura del Congreso.
“Nos toca, por obligación, que ellos hablen después del Presidente. Entonces, si le pido a la Comisión que acompañe al Presidente y los saco de aquí, eso no lo saben. Esa es mi última jugadita...”, se le escucha decir, entre risas.
La comisión a la que se refería Macías es la célula legislativa que acompaña al presidente Duque de regreso a la Casa de Nariño.
En el recinto se produjo un enorme bullicio que entorpeció el discurso de la oposición del Congreso, a cargo de Jorge Robledo, del Polo Democrático, quien pidió garantías y respeto a las normas.
Aunque hasta allí llegó el asunto entre los congresistas, en redes, la situación rápidamente se convirtió en polémica.
Hasta ahora, ni el senador ni el movimiento político se han pronunciado al respecto, mientras que algunos senadores de la oposición afirman que pedirán sanciones.
No es la primera vez
Este tipo de incidentes que involucran a Ernesto Macías hace parte de lo que algunos prefieren llamar “su estilo”. En ocasiones anteriores los comentarios del uribista han suscitado fuertes críticas.
Uno de estos incidentes se registró en el marco del paro de estudiantes, cuando Macías cerró el micrófono durante la intervención de Jennifer Pedraza, una de sus representantes.
Macías la interrumpió con la frase: “niña, niña, tiene cinco minutos y termina”.
