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La carrera presidencial, al menos para los alternativos, ya empezó. Los nombres de precandidatos y candidatos presidenciales ya suenan. Las barajas se van conformando y posibles alianzas se discuten. Y algo que tendrá un impacto en el panorama es la reciente escisión de un sector importante del Polo Democrático Alternativo.
El domingo, en un congreso extraordinario y tras varios meses de negociación, se formalizó la salida del Polo de Jorge Robledo (quien en enero dijo que quería ser candidato presidencial). No lo hizo solo. Con él se fueron el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR) que dirige, y otros sectores como la Anapo.
El Polo publicó un comunicado en el que dio luces de lo que seguirá para este partido que, durante muchos años, concentró a las fuerzas opositoras en Colombia. El documento se dio a conocer tras confirmarse la partida de Robledo, que se dio, principalmente, por la negativa de este a una posible alianza con Gustavo Petro para las elecciones de 2022. Petro ya ha manifestado, de forma indirecta, su interés de aliarse con el Polo, partido al que perteneció entre 2006 y 2010.
“El Polo comienza una etapa de renovación organizativa y política”, en la que buscará a distintas fuerzas para nuevas alianzas. Ese comunicado fue compartido por Petro en Twitter, quien resaltó “la decisión del Polo de trabajar en un gran frente social y político en defensa de la democracia y de la paz”.
EL COLOMBIANO buscó a Robledo por distintos medios, sin embargo, desde su oficina de prensa indicaron que, de momento, no hablará de su salida del Polo, partido al que llegó en 2006 y del que fue el congresista con más votos en varias ocasiones (en 2018, obtuvo 226.099).
Sin embargo, el representante antioqueño Jorge Gómez, quien también salió de la colectividad, le dijo a este medio que en lo referente a “la táctica y la estrategia electoral hemos encontrado diferencias insalvables”. En ese sentido, se habían planteado otras posibilidades como un congreso para elegir candidato, pero no fue posible. También agregó que “cuando se está con una pareja y no se puede llegar a acuerdos vitales, lo mejor es una separación civilizada”.
Sobre lo que sigue, Gómez indicó que mañana se reunirán para discutir su futuro. “Este no es un proyecto caudillista. Robledo propuso un acuerdo con énfasis en la defensa del trabajo y la soberanía. Eso implica un acuerdo con empresarios y hay una tendencia, en el conjunto de la izquierda, que tiene un discurso que los aleja”, aseguró.
Iván Cepeda, senador que sí se queda en el Polo, también se expresó en esa misma línea: “Esta es una separación hecha en un espíritu de tranquilidad y fraternidad e implica mantener un diálogo. Teníamos diferencias que nos condujeron a la necesidad de separarnos en términos organizativos y políticos, por lo que ahora cada quién hará su camino”.
En concordancia con lo expresado por el Polo en el comunicado citado con anterioridad, Cepeda aseguró que buscarán “una confluencia de fuerzas alternativas. Lo que yo veo es que se está produciendo una reconfiguración política, que no es equivalente a una fragmentación. En las últimas elecciones, las de 2019, las fuerzas alternativas logramos un muy importante avance en el país y hoy tenemos condiciones para ser de gobierno”.
Aún faltan dos años para las presidenciales y, como pasa siempre, varios de los que han expresado interés de competir se retirarán. Pero es claro que las fuerzas alternativas y de izquierda analizan caminos, como dice el senador Cepeda sin descartar la unión, para llegar consolidadas a los comicios de 2022.
Periodista de la UPB y especialista en Creación Narrativa de la Universidad Central (Bogotá). Escribo.