“No se dejen meter cucarachas en la cabeza. Aquí hay gente que ha estado interesada en dividir a nuestras Fuerzas Armadas. No se dejen dividir. Ustedes son la institución más querida por los colombianos”, fue la advertencia del presidente Juan Manuel Santos a las Fuerzas Militares para desmentir los rumores sobre el proceso de paz, el pasado miércoles en el Fuerte Militar de Tolemaida.
La arremetida del Gobierno no es algo casual e inesperado, hace parte de una clara estrategia dirigida a contrarrestar los “falsos” rumores con los que los sectores de oposición han tratado de desvirtuar el proceso que se adelanta con la guerrilla de las Farc, para ponerle fin al conflicto.
Para esto, Santos armó todo un equipo. Se trajo de La Habana a los generales (r) Jorge Enrique Mora y Óscar Naranjo. Y, para enfrentar las críticas del uribismo, la Procuraduría y Acore, inició una gira sin precedentes para convencer a las tropas sobre los beneficios de la firma del acuerdo.
Santos, junto a Naranjo y Mora, visitaron en menos de una semana la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, el Fuerte Militar de Tolemaida, el Pabellón Nacional Patrulleras ARC en Bahía Málaga y el Fuerte Militar de Larandia en Caquetá.
El anuncio del Presidente, el pasado 20 de marzo, de que ambos generales dejarían de ir “de manera permanente” a las negociaciones en La Habana, despertó un alud de críticas. Según el Presidente, Naranjo se dedicaría a la construcción del ministerio del Posconflicto que encabeza y Mora lo acompañaría en estas visitas a guarniciones militares para explicar el proceso de paz. Ante las críticas, Santos insistió en que no los había marginado del proceso. “En qué idioma tengo que repetir que los generales Mora y Naranjo siguen de plenipotenciarios y que estarán en La Habana en el próximo ciclo”, dijo en su cuenta de Twitter el pasado 29 de marzo.
Sin embargo, es un hecho que el rol de los generales está cambiando. Para algunos analistas, la decisión del presidente de marginar a estos generales apunta a lograr varias cosas. Primero a que el general Naranjo, se ocupe de su nuevo trabajo como ministro del Postconflicto, y organice el incipiente equipo que aterrizará en Colombia los acuerdos firmados en La Habana.
En esta área, Naranjo seguirá dándole celeridad a decisiones que tienen que ver con la construcción de la paz, pero que no requieren de su presencia en Cuba.
Por su parte, dentro de las nuevas funciones que le fueron asignadas al general Mora está acompañar al presidente Santos en unas reuniones con las Fuerzas Armadas, tanto retirados como en servicio activo, para impulsar la pedagogía del proceso y aclarar aquellas dudas que rondan en torno a los diálogos de paz.
Mora además de ser un testigo de primera mano de los acuerdos, pues no es un negociador auxiliar sino plenipotenciario, puede llevar un grupo de mensajes confiable y directo a los militares que son el grupo blanco de los mayores rumores y ataques, afirman en la Casa de Nariño. Cuenta con una inmensa credibilidad entre los uniformados, tanto activos como retirados, que lo ven como una garantía de que no los vayan a “negociar” en la Mesa.
Santos por eso declaró que por estar en la mesa de negociación ellos dos son los “mejores voceros para que estén llevando el mensaje para que no crean estas mentiras”. Estos son los mensajes en los que se reiteró en la gira.
1. “No se dejen dividir”
Según Santos, hay gente interesada en que este proceso de paz no prospere y están usando a los militares para deformar el verdadero propósito de los acuerdos. “Entonces no se dejen meter cucarachas en la cabeza. Aquí hay gente que ha estado interesada en dividir a nuestras Fuerzas Armadas. No se dejen dividir. Ustedes son la institución más querida por los colombianos”, indicó el Jefe de Estado.
Al calificar como “perversidad” este tipo de prácticas, el mandatario agregó: “Nada peor para nuestras Fuerzas que ese ambiente de división, de incertidumbre, de inquietud. Por eso me duele tanto que sean personas que han llegado a ser generales de la República que también estén en esta campaña”.
“Eso es mala fe, eso no dice mucho, no exalta a nuestras Fuerzas. Se hace un tremendo daño a la institución que más queremos los colombianos, que son nuestras Fuerzas Armadas”, sostuvo el Presidente de la República.
Y concluyó: “Por eso les pido encarecidamente que dejen esta campaña. Esto es de ayer. Esto no es de hace cuatro años o de hace dos años. En la campaña presidencial también hubo algunos. Y quiero ser muy explícito: algunos, no todos. Porque, vuelvo y repito, tengo muchos amigos, muchísimos amigos, en los oficiales retirados, que me dicen que están en total desacuerdo con este tipo de campañas y este tipo de posiciones. Yo les pido, por el bien de nuestras Fuerzas Armadas, de esta gran institución, que no sigan en esa campaña”.
Y agregó: “Por eso me duele tanto que dentro de las propias Fuerzas existan personas interesadas en dividirlos o actuando de mala fe”.
2. No se acabarán los beneficios
Para el equipo negociador es fundamental deslegitimar varios panfletos que han sido difundidos en los comandados militares y de Policía en el que se asegura que desde el Congreso se estaría proponiendo “acabar con las asignaciones de retiro de las Fuerzas Militares, reducir los derechos adquiridos, sacrificar más las prestaciones, en fin, una cantidad de mentiras y de falacias que nada tienen que ver con la realidad”.
“Ese es el tipo de desinformación que ha hecho mucho daño, porque hay quienes creen que es verdad. Eso es absolutamente falso. Nadie ha propuesto, ha sugerido, ha pensado disminuirle los beneficios, las prestaciones que tienen nuestros soldados de tierra, mar y aire, o nuestros policías”, sostuvo el respecto el Jefe de Estado.
Indicó que, “todo lo contrario, lo que yo sí he pensado es en fortalecer nuestra Ley de Veteranos, para seguir pagando una deuda impagable que tiene la sociedad colombiana con ustedes, con nuestros soldados y policías”.
De acuerdo con el Mandatario, los integrantes de la Fuerza Pública “son los verdaderos responsables del progreso del país, de proteger nuestra democracia, de generar confianza, de todos esos buenos indicadores, porque a costa de su sudor, de su trabajo, de su sangre, es que hemos logrado lo que hemos logrado, y seguiremos logrando mucho más. Por eso esa deuda es infinita e impagable”.
El general (r) Jorge Mora Rangel también se refirió a esto en la gira: “yo no veo por ningún lado que haya una amenaza a la seguridad social de nuestras Fuerzas. No veo esa amenaza. No la veo por ninguna parte”, indicó.
Agregó que “no está en peligro nuestro futuro, no está en peligro nuestro sueldo de retiro, no está en peligro la salud, ni las viviendas, ni todo lo que hemos tenido. Se los digo aquí de todo corazón: no veo el peligro”.
3. Fuerzas Militares no pueden ser un obstáculo para la paz
El general Mora afirmó el pasado lunes desde Cali que el respeto por el sistema democrático es un valor muy importante de los militares y policías.
“Han sido los presidentes los que han tomado la decisión de lo que las Fuerzas Armadas están haciendo y han hecho en medio del conflicto. Nosotros hemos sido respetuosos de esas decisiones y ese es un valor, ese es un activo muy grande que nosotros como militares y policías tenemos: el respeto al sistema democrático colombiano”, aseguró.
Mientras que el general (r) Óscar Naranjo afirmó que “esta guerra la hemos dado desde la convicción basada en principios y en valores”, por lo cual no hay que sentir temor frente a los temas de la terminación del conflicto armado.
El comandante de las Fuerzas Militares, general Juan Pablo Rodríguez, reiteró del compromiso de apoyar el proceso de paz. “Nosotros, jamás seremos un obstáculo para la paz. No lo hemos sido ni lo seremos”.
Y agregó que todos los soldados y policías se han preparado para ganar la guerra y han ganado porque “la victoria para cualquier soldado o policía es indudablemente la paz. Ratificamos una vez más nuestro compromiso para el mantenimiento de esa paz”.
Finalmente, el Comandante de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), general Guillermo León, dijo que hoy más que nunca se necesitan unas Fuerzas Militares y una Policía Nacional “unidas en cuerpo y alma en torno precisamente a la defensa de nuestro país y a la consolidación y al futuro de nuestra nueva generación”.
Esto “se hará precisamente manteniéndonos nosotros en esa línea del respeto a la Constitución, del cumplimiento de nuestro deber constitucional de proteger a todos los colombianos”, concluyó el general León.
4. No serán reducidas las Fuerzas Militares
El Presidente reiteró que las Fuerzas Armadas no serán reducidas tras una eventual firma de la paz, argumentando que en este posible escenario las necesitarán mejor constituidas.
“Ese cuento de que vamos a reducir a su mínima expresión a nuestras Fuerzas Armadas, a nuestro Ejército, a nuestra Armada, a la Fuerza Aérea o a la Policía, no tiene nada de verdad y es todo lo contrario, vamos a necesitar todavía unas Fuerzas más fuertes”, dijo el mandatario durante la tercera jornada de la Pedagogía por la Paz, que lideró en la Base Aérea ‘Marco Fidel Suárez’ de Cali.
En este sentido, explicó que el país necesita una Policía que pueda estar en un territorio donde nunca ha estado, y un Ejército que, si bien no va a estar en la selva, se necesita para defender las fronteras, haciendo obras de desarrollo y participando en misiones internacionales.
5. Justicia transicional para militares
Referente al tema de la seguridad jurídica de los uniformados, fue enfático al decir que “lo que no voy a permitir es que nuestras Fuerzas Armadas, nuestros soldados y nuestros policías vayan a quedar desfavorecidos o en desigualdad de condiciones en materia de beneficios jurídicos”.
“Por eso es tan importante que ustedes entiendan que soy el más interesado en que nuestras Fuerzas queden absolutamente tranquilas, que no les suceda lo que les sucedió a otras fuerzas en otros países, a las que años más tarde les reabrieron los procesos, que años más tarde les cambiaron las reglas de juego, sino que aquí quede eso totalmente sellado”, agregó Santos.
Insistió , además, en que para que eso quede sellado, se tiene que hacer una buena justicia transicional, que tenga la legitimidad interna y externa, y ese es el desafío que se tiene como Estado, y que tienen los negociadores y la comunidad colombiana e internacional.
“Aquí también hay mucha gente interesada en que salgan las cosas bien, precisamente porque nos vamos a convertir en precedente para otros países”, destacó.
Recordó que el mensaje para los uniformados es que la seguridad jurídica es también prioridad, y que al final de este proceso, lo que quiere es que todos los miembros de las Fuerzas tengan esa tranquilidad, “ahí en el subconsciente y en el consciente, en su cabeza, que hacia adelante jurídicamente van a estar protegidos y blindados”.
Santos recalcó que “el mensaje final es que ustedes puedan tener, tengan la absoluta certeza que su trabajo, su sacrificio, es lo que nos va a llevar a la paz, y que para que ese trabajo y sacrificio sean recompensados”.
6. Más seguridad ciudadana
El jefe de Estado agregó en la gira que la Policía será fortalecida y cumplirá un papel fundamental. “El gran desafío va a ser la seguridad ciudadana y la Policía tendrá que fortalecerse, y en qué forma para mantener la seguridad ciudadana después del postconflicto y nuestras Fuerzas también deberán contribuir a esa seguridad ciudadana”.
En Medellín Santos, aseguró que “la paz nos va a permitir concentrarnos mucho más en la seguridad de las ciudades. Vamos a poder reorientar una parte importante de nuestra Fuerza Pública para darles seguridad a los ciudadanos en las ciudades y también en el campo”, afirmó el Jefe de Estado.
Añadió el presidente Santos que serían miles de soldados los que ya no estarían en la selva sino brindando un acompañamiento a la ciudadanía en las calles y carreteras del país.
“Ya no tendremos en el futuro que tener 14 mil soldados allá en El Caguán, en las selvas del Caguán, sino que tendremos 14 mil hombres cuidando a nuestros ciudadanos aquí en Medellín, en las carreteras, en las ciudades”, puntualizó el Mandatario.
