Paz y derechos humanos

La guerra sigue en Antioquia, dice la Comisión de la Verdad

El 1° de diciembre de 2021 terminará el mandato de la Comisión de la Verdad, así va el esclarecimiento.

Max Yuri Gil Ramírez es el coordinador de la macrorregión Antioquia Eje Cafetero, en sus manos está el esclarecimiento en una de las zonas más afectadas por el conflicto. Foto Jaime Pérez Munevar

Olga Patricia Rendón Marulanda

27 de mayo de 2019

bookmark

Esclarecer la verdad sobre lo ocurrido en el conflicto armado colombiano, cuando este no ha terminado, es una ardua tarea y eso bien lo sabe Max Yuri Gil Ramírez, coordinador de la macrorregión Antioquia - Eje Cafetero de la Comisión de la Verdad.

Este sociólogo de la Universidad de Antioquia, magíster en Ciencia Política y candidato a doctor en Ciencias Sociales y Humanas, estuvo durante varios años al frente del Consejo Directivo de la Corporación Región.

EL COLOMBIANO habló con él acerca de cómo avanza esa labor que debe terminar en dos años y medio.

¿Cómo va el funcionamiento de la Comisión?

“Uno podría decir que va bien, en el sentido en que luego de haber construido una propuesta metodológica, ya la está desarrollando. Desde las macrorregiones estamos haciendo todo el relacionamiento pedagógico con todos los sectores sociales, la academia, los medios de comunicación y la cooperación internacional. Hemos avanzado en la toma de testimonios, la Comisión espera tomar 12.000 de ellos este año de todo tipo de personas. En el avance nos ha afectado la reducción del presupuesto, ya que esperábamos contar con 400 personas en el país y hoy somos solo 220”.

¿Qué ocurre en una Casa de la Verdad?

“En los territorios se construyeron equipos territoriales, nosotros somos uno de los diez, y además se abrieron Casas de la Verdad, para decirle a la gente que aquí está la Comisión. Ya tenemos 20 casas, en esta región vamos a tener tres: Apartadó, Medellín y Pereira. Estos lugares esperamos que se conviertan en unos referentes para el desarrollo de la Comisión en la región. Aquí se reciben testimonios, se hacen entrevistas y se pone en ejecución una parte del mandato de la Comisión, cualquier persona puede venir a hacerlo”.

¿Y cómo avanzan las Travesías por la Verdad?

“Allí se hace pedagogía, presentación de la Comisión, se toman testimonios, se hacen trabajo grupal y se busca desatar procesos de participación”.

¿Ya terminaron los diagnósticos participativos?

“Sí, hicimos cinco, contaron con asistencia de unas 20 personas cada uno de ellos, dos con académicos y organizaciones sociales en Urabá, otros dos en Medellín y uno mixto en el Eje Cafetero. De ahí salió un poco la respuesta a lo que debería trabajar la Comisión de la Verdad en esta macrorregión; con base en eso hemos seguido trabajando sobre cuáles elementos permiten explicar la anomalía antioqueña en el conflicto armado, porque Antioquia es una zona donde la guerra pasó y sigue pasando, sigue siendo el departamento con mayor número de líderes asesinados, con graves problemas de amenazas y ejecuciones extrajudiciales.”

¿Cómo es la relación de la Comisión con los responsables?

“Con ellos hay una estrategia distinta. Obviamente, si un responsable viene aquí y dice que quiere declarar no hay ningún problema. De esa región pueden llegar miembros de la Fuerza Pública, rasos, que no estén en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) porque con ellos hay otra cosa, o puede llegar un excombatiente de la guerrilla desmovilizado individualmente, podría llegar “Karina”, por ejemplo.

Con los responsables hay unas estrategias definidas para buscar la información, uno es que a toda la gente que se presenta a la JEP podemos llamarlos, de los 12.000 comparecientes, nosotros podemos llamar a quien queramos y debería venir, a Mario Montoya o a ‘Timochenko’”.

¿Y si no llega es un incumplimiento?

“Es una forma de incumplimiento. Los máximos responsables son los que pasan a la fase siguiente, ellos nos tienen que pedir que los oigamos, porque será un requisito para la pena alternativa demostrar que dijeron la verdad. Lo que pasa es que tenemos que ser muy hábiles en identificar quién nos interesa y qué le vamos a preguntar”.

En ese sentido, ¿tres años van a ser suficientes?

“No, va a ser muy difícil, eso lo tenemos claro, pero ninguna Comisión de la Verdad es permanente y entre más se aleja del momento de transición más difícil es”.