La propuesta del presidente Juan Manuel Santos, de contemplar la posibilidad de juzgar el narcotráfico de las Farc como un delito conexo de la rebelión, ha ganado un nuevo aliado: el expresidente estadounidense Bill Clinton.
El exmandatario declaró en una entrevista a la emisora La W que si aquella decisión es acordada en el marco de los diálogos para el fin del conflicto, “Estados Unidos lo apoyaría”, pues lo importante “son los beneficios de la paz”.
Clinton advirtió que dicho soporte dependería de si la sociedad colombiana apoya de forma masiva la iniciativa.
Ayer, durante la 24° Cumbre Iberoamericana, Santos volvió a explicar los alcances de la idea: “Nunca aceptaré el narcotráfico como un delito político, pero la utilización de los recursos del narcotráfico que ha hecho la guerrilla para hacer su trabajo de rebelión, de alguna forma tiene que ser reconocido en la justicia transicional para efectos de participación en política”.
“Por ejemplo - prosiguió-, una guerrilla tiene armas y el delito de importar armas no es político, entonces ¿cómo hace uno la paz si ese no es un delito conexo?”.
El temor de que los narcos, en el país más agobiado por sus acciones criminales, sean “legalizados” como rebeldes, es el principal obstáculo para la iniciativa.
El procurador Alejandro Ordóñez, en una conferencia organizada por la Universidad de Harvard, manifestó el viernes pasado que “las Farc son el primer grupo económico del país. Con dineros de las Farc se deben reparar a las víctimas. Si no es así, estamos ante una gigantesca operación de lavado de activos”.
Antes había dicho que la propuesta pretendía “blindar jurídicamente a los capos de la cocaína”.
Por su parte, el fiscal General, Eduardo Montealegre, señaló que la Constitución no prohibía de forma expresa que el narcotráfico se considerara un delito ligado a la rebelión, por lo que el Congreso podría avanzar en una legislación sobre el tema.
El abogado Ricardo Hoyos Duque, expresidente del Consejo de Estado, opina que la propuesta no es descabellada, si se tiene en cuenta que en una sentencia reciente, la Corte Constitucional precisó que los únicos delitos que no pueden ser conexos con lo político son los de lesa humanidad.
“El tema se puede clarificar con una ley estatutaria que se tramite en el Congreso y que desarrolle el Marco Jurídico para la Paz”, dice el jurista.
En ese caso, “el Legislativo discutirá la viabilidad de esa decisión desde el punto de vista político, y luego la Corte Constitucional en la revisión previa dirá si eso es posible a la luz de la Constitución”, añade Hoyos.
El expresidente Clinton se reunirá mañana con Santos en Miami, en la conferencia “El futuro de América Latina”, organizada por su fundación.