Países se tocan el corazón y el bolsillo por migrantes

EE. UU. abrió un cupo para 24 mil migrantes y junto a Canadá y otros países, como Colombia, anunció ayudas económicas para la migración.

La travesía más dura que enfrenta un migrante para llegar a Estados Unidos es la del Tapón del Darién (foto), que en este 2022 ha cobrado la vida de 20 inmigrantes. FOTO manuel saldarriaga

El creciente fenómeno migratorio que toca a los países de tránsito como Colombia, y receptores como México o Estados Unidos, se ha convertido en un dolor de cabeza que los estados tratan de resolver, no solo por la llegada a sus territorios de foráneos que necesitan atención en salud, alimentos, empleo, entre otros, sino porque el camino para llegar a su destino se ha vuelto tortuoso.

Por esta razón, este jueves en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Estados Unidos y Canadá anunciaron la entrega de recursos por 240 y 55 millones de dólares, respectivamente, que se destinarán a programas de empleo, atención a menores de edad y otros proyectos de reinserción social a los migrantes.

Este anuncio fue hecho por Anthony Blinken, jefe de la diplomacia estadounidense, al expresar en la cumbre: “Tenemos más personas desplazadas en todo el mundo que nunca antes en nuestra historia, más de 100 millones, y nuestro propio hemisferio está experimentando eso de maneras profundas y nuevas”.

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Colombia como país de tránsito, y otros entre los que se cuenta Guatemala, Honduras, México, Costa Rica y Barbados dijeron presente con programas diseñados para el registro de refugiados, la asistencia a los niños acompañados no retornados y cambios de legislación para su ayuda.

Entre esas medidas se destaca la de Colombia, que ya tomó la delantera sobre acciones de ayuda a los extranjeros que cruzan el territorio colombiano, con el Estatuto Temporal para Migrantes, que consiste en “proteger a la población migrante que se encuentra en el momento en condiciones de irregularidad y los que se acojan tendrán un lapso de 10 años para adquirir una visa de residentes”.

Una cruda realidad

La Asamblea de la OEA fue testigo este jueves del crudo relato de los países que reciben la migración de los venezolanos, ecuatorianos, cubanos, haitianos y africanos.

Los registros del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront), y las autoridades colombianas como la Defensoría del Pueblo dan cuenta de que a septiembre 30 de este 2022 fallecieron 20 personas en el cruce del Tapón del Darién, entre estos 20, murió un niños de seis años asesinado por ladrones que atracaron una caravana de migrantes en territorio panameños; además, 162 niños cruzaron solos esta selva inhóspita desde Colombia a ese país.

A esta tragedia se suma la de los 181.000 migrantes que este año han cruzado el Tapón del Darién, como lo informó el Defensor del Pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc Jr. al medio digital En Frontera; una tragedia que podría crecer debido al represamiento de 9.000 migrantes en Necoclí, Antioquia, que esperan llegar a ese país para continuar su ruta hacia Estados Unidos, información entregada por su homólogo colombiano, Carlos Camargo Assis.

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Con estos insumos, la canciller de Panamá, Érika Mouyne, hizo un llamado a que todos los países tomen el asunto de las migraciones como propio y no lo deleguen solo a los que lidian con el paso de los foráneos por sus territorios.

“Ese drama es de todos, mío, de mis hermanos caribeños. Todos necesitan nuestro apoyo, somos responsables y no podemos darle la espalda. Hay una crisis migratoria que hay que atender”, dijo.

La moción de la canciller panameña fue apoyada por André Tinoco, ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica. En su discurso, expresó que su país experimenta la creciente llegada de migrantes y refugiados, derivada del deterioro de condiciones políticas sociales y económicas en otros países hermanos”.

El llamado de los altos dignatarios fue a tocarse el corazón y meterse la mano al bolsillo para atender un fenómeno migratorio que cada día deja más víctimas a su paso