El presidente Gustavo Petro informó al país este lunes 14 de agosto, tras un largo Consejo de Seguridad en Popayán, las medidas que tomará su gobierno y que desarrollará en las próximas semanas para disminuir la violencia que golpea al departamento del Cauca.
Según dijo, será a través del fortalecimiento de la Fuerza Pública en la zona, de donde saldrán los soldados bachilleres. Además, habrá más apoyo en los procesos de transición de las economías ilícitas en esa región del país, con lo que esperan empezar a recuperar el control territorial y devolverle la tranquilidad a su población, especialmente a los pueblos indígenas, quienes han sido los más afectados.
“Se va a centrar, en primer lugar, en una sustitución, con dinero público, de las economías ilícitas del departamento. Básicamente de las zonas cocaleras, en economías lícitas, básicamente en economías cafeteras”, señaló Petro. Proyecto que contará, según dijo, con el respaldo del Ejército, que “será el eje central de esa sustitución”.
También señaló que los uniformados deben propiciar que “la ciudadanía, que aún tiene que vivir bajo esas economías ilícitas, pueda transitar pacíficamente, con el apoyo del Gobierno, hacia las economías lícitas”.
Pero, no anunció cuántos uniformados más se desplazarán a la zona, aunque sí dijo que tiene que haber, cada vez más, presencia de militares profesionales en las cabeceras municipales, razón por la que tomó la decisión de que no harán parte de esta estrategia soldados regulares ni policías bachilleres con el fin de “disminuir la vulnerabilidad y aumentar la eficacia”.
En su mensaje cerró diciéndole a los integrantes de agrupaciones ilegales que, de ahora en adelante, “cualquier negociación debe tener en cuenta que antes que un cese del fuego, queremos un cese de hostilidades a la población”, concluyó, al mismo tiempo que enfatizó en que la violencia no podrá ser la antesala a un acuerdo de paz.
La violencia que golpe al Cauca
Este fin de semana, cuatro policías murieron en medio de hechos violentos en dos zonas de la región. Tres de ellos fueron masacrados en la vereda La Estación, del municipio de Morales el 12 de agosto; y uno más, en medio de la explosión de un carro bomba en el corregimiento de Timba, al siguiente día.
Fueron asesinados el subintendente Michael León y los patrulleros Eymy Rodríguez y José Orozco; mientras el militar Juan David Estrada fue secuestrado. Ambos hechos son atribuidos a la estructura disidente Jaime Martínez.
Pero los ataques contra la Fuerza Pública en esa zona del país, no cesaron con estos crímenes. Horas más tarde, se conoció la muerte del subintendente Carmelo José García Gómez, adjudicada al Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las Farc.
Los hechos fueron rechazados por el Ministerio de Defensa. Las autoridades han ofrecido una recompensa de hasta $200 millones para quien pueda dar información sobre ambos crímenes y que permitan “dar con el paradero de alias Marlon Vásquez, jefe de disidencias Farc; ‘El Paisa’ y ‘Martín’”, señaló MinDefensa en su cuenta de Twitter.
Fue por este y otros hechos registrados en los últimos meses en el Cauca, que se llevó a cabo un Consejo de Seguridad extraordinario, dada la situación de orden público que han denunciado en los últimos días en el centro del departamento, ataques que se presentaron, justo después de que ese grupo armado llegara a tres acuerdos con el Gobierno, uno de ellos, la instalación de una mesa de diálogos el próximo 17 de septiembre.