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Alejandra Ojeda, hermana de la ciudadana chilena desaparecida en Santander, arribó ayer a Bucaramanga con la esperanza de resolver el caso de Ilse, que tiene en alerta a las autoridades de ambos países desde la semana pasada.
Su tarea en Colombia no es fácil: perdió el rastro de su familiar desde el 29 de marzo y viajó a realizarse una prueba de ADN para comprobar si los restos de un cuerpo incinerado, que las autoridades encontraron en Rionegro, Santander, durante el fin de semana, corresponden a los de su hermana. Una fiscal de ese país también llegó para revisar el caso.
Según las investigaciones, el presunto autor del crimen sería Juan Guillermo Valderrama, de 28 años. Hasta el momento, la Fiscalía emitió una orden de captura por el delito de desaparición forzada. Y lo capturó.
Las pruebas que soportan la decisión son: irregularidades en su testimonio; la declaración de un testigo que acompañó a Juan Valderramana hasta el mismo lugar en el que encontraron el cadáver; un anillo, un zapato, la platina y los tornillos, encontrados en el cuerpo incinerado, que podrían coincidir con los que tenía Ilse en un brazo y una rodilla; y que Valderrama aparecía como beneficiario de un seguro de vida por cien millones de pesos, el cual había adquirido en febrero Ilse, excarabinera de la Policía.
Néstor Humberto Martínez, fiscal general, señaló que “estaríamos en presencia de un caso de feminicidio aparte de otros eventuales delitos que podrían tener como circunstancia una falsa denuncia ante las autoridades y la obstrucción de pruebas relacionadas con la comisión de delitos”.
Ayer, al allanar la casa de Valderrama las autoridades encontraron restos de material biológico que será sometido a pruebas. Y no se ha confirmado que el cuerpo corresponda a Ilse. Si las pruebas determinan que fue un feminicidio, ella podría sumarse a las 1.437 víctimas de este delito en Colombia, según la Fiscalía. En contraste, en Chile en 2018 hubo 42 casos, según datos de la agencia AFP .