La Fiscalía pidió la preclusión de la investigación contra Andrés Camilo Sotelo, el único imputado por el homicidio de Juan Felipe Rincón, el hijo del exinspector de la Policía, que murió por un impacto de bala en medio de una riña en el sur de Bogotá.
En la tarde de este 10 de abril la delegada de la Fiscalía le pidió al juez Quinto Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá que cierre la investigación que adelanta contra Sotelo por su aparente responsabilidad en el homicidio del joven de 21 años el pasado 24 de noviembre en Bogotá.
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Para la Fiscalía no hay evidencias que demuestren la vinculación de Sotelo con este crimen.
“No se cuenta con elementos sólidos para continuar con la imputación de la conducta al señor Sotelo Torres, y no tiene la Fiscalía cómo desvirtuar su presunción de inocencia. Por eso es que hoy solicita la preclusión en favor del señor Sotelo, en razón a que, como se evidenció tanto en los videos como en los fotogramas, y al hacer la correlación con los otros elementos materiales probatorios, balísticos, el informe de topografía y la misma inspección a cadáver, fue otra persona quien disparó y quien impactó a la hoy víctima, y no el señor Sotelo”, indicó la Fiscalía.
La muerte de Juan Felipe Rincón ocurrió en la tarde del 24 de noviembre en Bogotá. El joven llegó hasta el barrio Quiroga con la intención de salir con una menor de edad con la que, al parecer, sostenía conversaciones íntimas por redes sociales.
Al llegar, una turba enfurecida se fue sobre él: también lo descubrieron intercambiando mensajes, al parecer, con una menor de 8 años. La familia de la menor insistió en que su intención era entregarlo a las autoridades. Pero la discusión escaló, se registraron varios disparos y uno de ellos impactó de muerte al hijo del general.
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Las pruebas de la Fiscalía para pedir la preclusión se basan en un informe pericial en el que quedó establecido que la única arma apta para disparar –y encontrada en la escena del crimen– era la pistola SIG SAUER modelo SP2022 calibre 9x19 mm, serial 24B018951, que sería del escolta Sergio Felipe Rico Rueda.
“El proveedor se encontró en buen estado de funcionamiento, tiene una capacidad para alojar quince (15) cartuchos calibre 9x19 mm, siendo compatible con el arma de fuego analizada como A1. Se encontró APTO para uso”, se lee en el informe.
En la escena también se encontró otra arma de fuego que, según los investigadores de la Policía Judicial del CTI, “no era apta para disparar” y sería propiedad de Andrés Camilo Sotelo.
“El revólver de CO2 analizado como A2 (EMP 17), marca Dan Wesson, calibre 4.5 mm, serial 17D37188, NO es apto para disparar, debido a que el arma presenta ausencia de sus partes esenciales como tambor, brazo móvil o grúa, palanca de rotación del tambor y no presenta sincronismos de sus mecanismos de disparo”, añade el informe pericial.
La audiencia fue suspendida y continuará el próximo 4 de junio.