Durante 8 meses, Héctor Fabio Parra, trabajador de un banco de Bogotá, utilizó su cargo en el equipo de seguridad de la empresa para ejecutar el robo de $924 millones a varios clientes.
El hurto lo habría cometido siendo un fantasma incluso para sus jefes, pues a través de códigos que obstruyeron el sistema informático interno pudo hacer transacciones de hasta $19 millones a dos cuentas de un socio cómplice que aún no ha sido capturado.
Los 82 movimientos irregulares –advertidos por los clientes– fueron rastreados por la entidad, y tras denunciarlos el caso pasó a manos de agentes de la Fiscalía, quienes ya tienen identificada la forma en que el detenido habría actuado entre mayo y diciembre de 2021.
Con todas las pruebas, el CTI se desplazó hasta su casa –en el occidente de la capital–. Allí le encontraron dos tarjetas, 19.000 dólares y $609 millones en efectivo, los cuales no había ingresado a su cuenta para no levantar sospecha con un incremento patrimonial que no podía justificar.
El plan del empleado
Parra empezó a trabajar en el banco –del que este diario se abstiene de publicar su nombre– hace 10 años. Tras el hurto, la empresa lo tiene cerca de ser condenado luego de haber aceptado cargos por concierto para delinquir, transferencia no consentida de activos, acceso abusivo a un sistema informático y utilización ilícita de redes de comunicación.
El plan que lo llevará a prisión por esos delitos lo empezó a ejecutar en mayo del año pasado. Para ese entonces hizo uso de su puesto y empezó a perfilar a los clientes que tenían grandes cantidades de dinero depositadas en el banco.
Luego de identificar a sus víctimas, un equipo especializado del ente acusador descubrió que Parra había vulnerado el sistema de seguridad congelándolo por pocos segundos, en los cuales aprovechó para transferir desde 4 a 19 millones de pesos. En ese momento entraban en juego sus socios: uno era compañero de trabajo, y el otro era el titular de las dos cuentas.
A este último fue a quien le habría brindado comisiones por cada retiro que media hora después del robo hacía por ventanilla. Por el momento, ni él ni el otro cómplice han sido capturados, aunque la Fiscalía los tiene en la mira.
Otras medidas previstas
El banco se declaró como víctima en el caso luego de identificar que sus clientes nunca dieron las claves de sus cuentas. Por eso, buscan la restitución del 50 % de lo robado, pues el resto de dinero se queda en trámites.
No obstante, la Fiscalía evalúa si le incauta al empleado dos apartamentos y su carro BMW para recuperar el dinero. Este diario conoció que con otro banco está por destaparse un hurto por el triple de lo que alcanzó a sacar Parra.