Hace dos días, Jhon Jairo Velásquez, alias “Popeye”, invitó a los 23.300 seguidores que tiene en Twitter a asistir a la marcha contra la corrupción que los opositores del Gobierno convocaron para el próximo sábado 1 de abril.
“Es clave salir el 1 de abril a gritarle corrupto al corrupto, ladrón al ladrón y traidor al traidor. Esta cosa con ojos de JMS (presidente Santos) es lo peor”, escribió el exsicario de Pablo Escobar en esa red social.
El mensaje no tuvo mayor impacto hasta la noche del miércoles, cuando Martín Santos, hijo del presidente Juan Manuel Santos, criticó la invitación del “ex bandido”, como se denomina a sí mismo Jhon Jairo Velásquez.
“¿Unirse a la causa del peor sicario que ha tenido Colombia? #NoMarchoConPopeye”, escribió Martín Santos en su cuenta de Twitter.
Entre la noche del miércoles y la mañana del jueves, la etiqueta #YoMarchoConPopeye se hizo viral, y con ella una foto que fue tomada hace cinco años y algún internauta rescató de los archivos de Google.
¿Pero por qué el expresidente Andrés Pastrana, uno de los promotores de la marcha del 1 de abril, tiene una foto con el exsicario de Escobar? No es precisamente, como dicen en Twitter, porque sean los mejores amigos.
El 18 de enero de 1988, diez hombres armados liderados por “Popeye” entraron a la sede de campaña de Andrés Pastrana por la alcaldía de Bogotá, lo encañonaron y lo obligaron a meterse a un Mazda 626. Le dijeron que eran guerrilleros del M-19, pero realmente seguían órdenes de Pablo Escobar.
Pastrana estuvo ocho días secuestrado por el Cartel de Medellín y fue liberado casi por un milagro, cuando la policía cercó su lugar de cautiverio y “Popeye” ejecutó al procurador Carlos Mauro Hoyos, quien también estaba retenido por la mafia.
24 años después, el 28 de junio de 2012, Pastrana visitó a “Popeye” en la cárcel de Cómbita, en Boyacá, donde cumplía una condena de 30 años de prisión por el asesinato del líder político Luis Carlos Galán.
Además de pedirle perdón, “Popeye” reveló a Pastrana otros detalles de su secuestro y del asesinato del procurador Hoyos. “Usted, doctor, tiene mucha suerte”, le dijo el exsicario al expresidente durante el encuentro, que quedó registrado en un video de poco más de 20 minutos que circula en internet.
De esa visita sale la foto en que ambos, Pastrana y Velásquez, posan para la cámara mientras se estrechan las manos. Pero que eso haya servido para crear algún tipo de vínculo, parece poco probable.
Dos años después del encuentro en Cómbita, en agosto de 2014, Pastrana denunció cambios en su esquema de seguridad que iban a coincidir con la libertad de “Popeye”. Al expresidente le aterraba la idea de que su secuestrador estuviera de nuevo en la calle.
“Hay cosas muy preocupantes de nuestra justicia en Colombia, cuando uno cuenta que una persona que ha asesinado a 400 colombianos y más de 1.500 indirectos sale de la cárcel. Puede ser un sistema judicial que tenemos que revisar”, dijo en su momento Pastrana.
“Popeye” salió de Cómbita en libertad condicional el miércoles 27 de agosto de 2014, escoltado por cinco camionetas y alrededor de 200 policías.
Hoy, el confeso autor material de 300 homicidios se define como un “exbandido en busca de una nueva oportunidad en la sociedad” y opina en sus redes sociales sobre temas de la actualidad nacional y la política.
