¿Teléfono roto? No hay claridad sobre las estadísticas de formalización de tierras reportadas por el Gobierno de Gustavo Petro. Si bien la Presidencia ha repetido en varias ocasiones que esta administración ha formalizado 1,4 millones de hectáreas, todo indica que esa cifra podría estar inflada.
La versión oficial es que se han formalizado 1.015.000 hectáreas que corresponden a predios rurales y otras 396.000 hectáreas en zonas urbanas, lo que da un total de más de 1,4 millones de hectáreas en un año de Gobierno. Una cifra que parece bastante promisoria.
Sin embargo, esas cuentas podrían estar desfasadas. En un documento interno de la Agencia Nacional de Tierras revelado por el diario El País quedó evidenciado que de esa cifra, unas 693.075 hectáreas ya habrían sido formalizadas por gobiernos anteriores, mientras que solo 120.932 tendrían fecha de la administración anterior.
Mejor dicho: que el gran éxito de la formalización de tierras que ha aclamado el presidente Petro ante el Congreso y en videos publicitarios de la Casa de Nariño no sería tan preciso como lo ha pintado el jefe de Estado.
El director de la Agencia Nacional de Tierras, Gerardo Vega, ha dicho que las tierras para la formalización (y para la misma reforma agraria) han sido compradas terceros, teniendo en cuenta que se viene “trabajando donde la tierra sea más fértil”.
Precisamente, conseguir terrenos fértiles y que no tengan conflictos de tierras de épocas anteriores del conflicto armado en Colombia (o hasta de la época de la violencia misma) ha sido uno de los limitantes para que esos procesos avancen porque la Agencia estaría haciendo un estudio muy detallado de cada predio antes de adquirirlo.
“Tierra que sea fértil para producción de alimentos, que no tengan procesos de restitución, que no esté reclamada por otras personas en los Consejos de Restitución, que no esté inundada, que no sea inundable y tierra que no esté ocupada”, dijo Gerardo Vega en marzo de 2023, en un comunicado citado por la Presidencia.
Vega ha sido un entusiasta de la reforma agraria que desde antes de llegar a la administración Petro había dedicado su carrera a la formalización campesina, con un trabajo que tuvo especial énfasis en el departamento de Antioquia.
Pero la gestión del asunto de las tierras ha tenido varios obstáculos durante el Gobierno Petro. Uno de ellos es la reticencia de un sector opositor a implementar la reforma agraria para democratizar la tierra prometida por el presidente desde su tiempo de campaña; el otro, la dificultad de encontrar predios amplios, fértiles y limpios jurídicamente que puedan ser adquiridos para entregarlos a los campesinos que necesitan.
Tan difícil ha sido la aplicación de las promesas sobre la tierra que por el Ministerio de Agricultura ya han pasado dos ministras en este primer año y 8 días de Gobierno Petro. La primera encargada fue Cecilia López, quien salió en el segundo remezón ministerial, y ahora ese despacho está a cargo de Jhenifer Mojica Flórez.