En las aulas de la Universidad Pontificia Bolivariana sus compañeros le preguntan a Julius Kappenberg, un alemán de 22 años, cómo funcionan las empresas en su país. Mientras, Andrés Arango comprueba en su pasantía en Barcelona que aunque Medellín tiene un muy buen sistema de transporte público, el de la capital catalana simplemente lo arrolla.
Estas experiencias muestran como miles de paisas y extranjeros comparten conocimientos gracias a intercambios universitarios. Este 2017, tan solo en las cinco principales universidades de la capital antioqueña por número de estudiantes se han movilizado 2.258 personas, lo que representa 2,73 % de los estudiantes de pregrado de esos centros de educación superior.
Las oficinas de relaciones internacionales de estos claustros dicen que las cifras podrían ser mayores.
Abrir las puertas al mundo
Uno de los objetivos que persigue la internacionalización de la educación superior es que los estudiantes obtengan una visión más amplia del mundo y estén capacitados para ser más competitivos con respecto a otros profesionales, a la vez que los claustros se nutren con la llegada de extranjeros que dan cuenta de cómo se trabaja en las diversas áreas del conocimiento.
La Universidad de Antioquia (U. de A.) comenzó su política de internacionalización hace 20 años, lo cual ha permitido posicionarse mejor dentro de los estándares mundiales de calidad educativa.
Andrea Ayerbe, coordinadora de Cooperación Académica de la Dirección de Relaciones Internacionales de la U. de A., dice que se trata de una necesidad a la cual todas las universidades de Medellín y Colombia deben responder.
Por ejemplo, Andrés Arango, viajó a Barcelona para conocer al experto que le habían recomendado y quien le está ayudando a consolidar su tesis de maestría. Mientras que Kristine Vasland, estudiante noruega, lleva un año complementando su formación en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional, sede Medellín.
“Con los intercambios educamos ciudadanos globales que podrán generar relaciones de éxito con otras culturas a largo plazo. En la misma vía nuestros programas académicos se actualizan”, explicó Milena Mejía, jefe de Relaciones Internacionales de la Universidad de Medellín.
Que cada vez más estudiantes aprendan una segunda lengua u obtener acreditaciones, son otros factores por los que las universidades impulsan las políticas de internacionalización.
“No hay nada mejor que la evidencia directa. Los estudiantes extranjeros se convierten en embajadores y nos retroalimenten sobre su percepción de la academia, nuestros servicios universitarios y sobre la ciudad”, comentó Marcela Wolff, jefe de Relaciones Internacionales de Eafit.
Apoyos económicos
Isabel Bedoya, estudiante de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) expresó que sigue faltando más apoyo para que los universitarios puedan acceder a intercambios académicos. Afirmó que muchas veces a estos solo pueden acceder personas cuyas familias tengan altos recursos económicos.
La U. de A. exime del pago de matrícula en la universidad de destino, y en algunos casos, los estudiantes pueden acceder a becas o apoyos con los que no deben pagar sino una cuota simbólica. Aunque Ayerbe reconoce que este aspecto sigue siendo un limitante para muchos.
Aún así, Tatiana Giraldo, coordinadora de la Oficina de Relaciones Interinstitucionales de la Universidad Nacional en Medellín, dice que gracias a los apoyos económicos la movilidad estudiantil en ambos sentidos ha crecido en tres años un 300 por ciento.
En Eafit, los alumnos solo deben pagar el 20 por ciento de la matrícula cuando van de intercambio. Mientras que en UPB les dan un descuento del 50 por ciento en la matrícula del semestre siguiente.
Convenios en todo el globo
Los estudiantes de Eafit, institución que tiene convenios con más de 90 universidades prefieren ir a países europeos; mientras que los extranjeros que más eligen las aulas de esta universidad son alemanes y mexicanos, al igual que en la U. de A.
“Ahora le estamos apuntando a que nuestros alumnos viajen más a Latinoamérica. Necesitamos cada vez más profesionales que conozcan la región”, señaló Marcela Wolff.
En la Universidad Nacional, que ofrece intercambios en 55 países, el destino preferido por los estudiantes es España, y los que llegan provienen sobre todo de México.
La U. de A. y UPB también extendieron sus redes en 35 países al igual que Eafit. Mientras que la U. de M., cuya política de internacionalización se renovó en 2012, ya tiene convenios con 23 países. Y la idea es que los destinos refuercen los conocimientos de los estudiantes y eleven la calidad de los centros de educación superior .