“Si no hubiera sido por la pericia del piloto, las consecuencias de este accidente hubieran podido ser fatales”. Así describió la mayor de la policía Jaqueline Urrea, comandante de la policía aeroportuaria de Villavicencio, el hecho de que en este accidente no se presentaran víctimas mortales.
La avioneta HK 2527 de la empresa ARO, se precipitó a tierra pocos segundos después de que decolara del aeropuerto Vanguardia, de la capital del Meta, y cuyo destino final sería el municipio de Uribe, en el sur del departamento. De inmediato un trabajador de la finca donde cayó la aeronave, auxilió a los dos ocupantes, evitando que una ocasional explosión acabara con la vida de los ocupantes.
El capitán Jhorbin Rojas, con tan solo 21 años de edad, maniobró la avioneta, hasta quedar sobre un sector de sabana, donde no afectaría a nadie y ellos tendrían una segunda oportunidad.
“Esta avioneta que iba hacia el municipio de Uribe tuvo un percance y se vio en la necesidad de hacer un aterrizaje de emergencia, afortunadamente no se presentaron heridos graves ni daños materiales en la aeronave, fue muy diestro el piloto de la aeronave en el manejo de la emergencia”, dijo la oficial.
Los dos heridos leves, el piloto y un militar, fueron trasladados inicialmente al dispensario de sanidad de la terminal aérea, y posteriormente a un centro asistencial de Villavicencio, para un análisis más riguroso, en todo caso, los dos reportes coinciden en que las heridas sufridas por los dos hombres son leves.
La aeronave cayó a solo metros de donde el pasado mes de marzo perecieron seis pasajeros que se precipitaron a tierra en un avión ambulancia.
Las autoridades de la Aeronáutica Civil desplazarán en las próximas horas, una comisión experta en accidentes aéreos para establecer las causas del siniestro, las pérdidas por este hecho no han sido cuantificadas aún.
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