Dos señalados miembros de las disidencias de las Farc fueron enviados a prisión por su aparente responsabilidad en la masacre de tres personas en Tibú (Norte de Santander). Ese crimen, precisamente, fue la antesala a la ola de violencia que sacudió al Catatumbo y que llevó a que se decretara la conmoción interior.
Los enviados a prisión fueron identificados como Brandon Andrey Cárdenas Sanguino, alias Brandon y Luis Felipe Taborda Delgado, alias Dayron Pérez. Ambos, indicó la Fiscalía, pertenecen al Frente 33 de las disidencias y habrían organizado la logística para que se cometiera el crimen.
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El crimen ocurrió el pasado 15 de enero en la vereda La Llana de Tibú.
Miguel Ángel López, un trabajador de servicios funerarios, se desplazaba en su vehículo en compañía de su esposa y sus dos hijos. De pronto, fueron sorprendidos por un grupo de hombres armados que dispararon de manera indiscriminada.
López, su esposa y su bebé de seis meses fallecieron en la escena del crimen. Uno de los hijos sobrevivió y alcanzó a alertar a las autoridades. Ese crimen precedió una confrontación bélica entre las disidencias y el ELN –que todavía perdura– por el control de la región del Catatumbo: 54.098 personas resultaron desplazadas, se contabilizaron 56 muertes violentas y 32.448 personas más resultaron confinadas.
