x

Pico y Placa Medellín

viernes

no 

no

Pico y Placa Medellín

jueves

no 

no

Pico y Placa Medellín

miercoles

no 

no

Pico y Placa Medellín

martes

no  

no

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

no aplica  

language COL arrow_drop_down

Mujeres ocupan el 30% de los cargos directivos del país

Colombia es uno de los 13 países que a nivel mundial tiene alta participación de mujeres en política con un gabinete paritario. Radiografía de una fecha clave en el mundo.

  • Mujeres ocupan el 30% de los cargos directivos del país
  • Mujeres ocupan el 30% de los cargos directivos del país
  • Mujeres ocupan el 30% de los cargos directivos del país
  • Mujeres ocupan el 30% de los cargos directivos del país
  • Mujeres ocupan el 30% de los cargos directivos del país
08 de marzo de 2023
bookmark

Este 8 de marzo se conmemora el Día de lo derechos de la Mujer en un contexto nacional en el que, por primera vez, el 30% de los cargos directivos de las empresas están ocupados por mujeres. Si bien aún quedan brechas por romper, este es uno de los 13 países que a nivel mundial tiene un gabinete totalmente paritario.

Para rememorar esa fecha internacional, en EL COLOMBIANO resaltamos el trabajo de las 210 voceadoras que tiene este diario en las calles de Antioquia, a través de la historia de 4 de ellas.

Las colombianas están rompiendo techos de cristal. De los 295 escaños del Congreso, 85 están ocupados por mujeres, participación que representa un aumento del 9,5% con respecto al periodo anterior en el legislativo. Sobrepasar la brecha en participación política ha significado un avance para el país en términos globales, pues ahora se posiciona por encima del promedio en cuanto a participación de mujeres en parlamentos.

Los números dan un panorama aún más positivo, si se tiene en cuenta que en Colombia hay 10 ministras y 9 ministros en el Gobierno, proporción que pone al país a la par de naciones como Finlandia, España, Alemania, Países Bajos y Noruega.

Sin embargo, no en todos los escenarios políticos la participación va en aumento. Según datos de ONU Mujeres, sólo hay dos mujeres gobernadoras en los 32 departamentos y ellas representan el 17,5%, y en los Concejos Municipales se ubican en el 17,9%, lo que indica, se han mantenido.

En todo caso, el ascenso al poder tiene detrás una mayor entrada de ellas a los entornos educativos. En la última década las colombianas se han posicionado como una de las generaciones más educadas, pues el 54,4% de ellas logran graduarse de la universidad. Con la educación también han ascendido a los altos mandos de las empresas.

Mujeres empresarias

Las mujeres son el 51,2% de la población de Colombia: son mayoría, pero pese a esto ellas “se incorporan al mercado laboral en condiciones con desventaja: mayor desempleo, segregación e informalidad”, según quedó constatado en un informe de la Cepal y el Dane sobre su participación en el mercado laboral. Es tan evidente la brecha que 3 de cada 10 no tienen ingresos propios, pese a que en los hombres esa estadística es de 1 de cada 10.

No obstante, las mujeres lograron ganar espacios. Por ejemplo, al 30% de los cargos que ocupan de alta dirección de las empresas colombianas, el 45% de los roles de vicepresidencias y gerencias tienen a una mujer al mando. Esas estadísticas fueron reportadas en el Estudio de Remuneración 2023 de la organización Page Executive, que llamó la atención sobre que los hombres siguen ganando más que ellas pese a que ambos están en roles de poder.

Para 2022, las mujeres alcanzaron mayor porcentaje de participación en las juntas directivas de las empresas que cotizan en la bolsa, un ambiente tradicionalmente masculino. Eso ha significado un logro histórico en el sector empresarial, de acuerdo con los datos recopilados por el Centro de Estudios en Gobierno Corporativo del CESA. En este panorama, las mujeres alcanzaron 2,5 puntos porcentuales más que la cifra que se registró en el 2021, esto quiere decir que lograron una participación del 21,2%.

Precisamente, la educación es uno de los sectores donde el liderazgo de las mujeres más ha crecido en los últimos años tanto en Colombia como a nivel global. Hace 4 años, en el país solo había 4 rectoras en las 52 universidades acreditadas de alta calidad en el país. El año pasado, el número de mujeres a cargo de las mejores instituciones de educación superior en Colombia llegó a 16. La Universidad Nacional, Los Andes, Eafit, El Cesa, El Bosque, son algunas de ellas.

En el mundo la tendencia es similar: cuatro de las cinco mejores universidades — Oxford, Harvard, Cambridge y Massachusetts Institute of Technology (MIT)— estarán dirigidas antes del próximo julio, por primera vez, por mujeres.

Según esta información, casi una cuarta parte, 48 de las primeras 200 universidades del mundo, cuentan con presidentas o vicepresidentas, lo que supone un alza frente a las 43 registradas en 2022. Ese incremento ha sido impulsado por nombramientos efectuados en Estados Unidos y Alemania, mientras que hay un 12 % más de mujeres en estos altos cargos que en 2022 y un 41 % más que hace 5 años.

Las mujeres empresarias y con altos cargos en la política rompieron muros que hasta hace décadas atrás habían sido difíciles de derribar. Pero detrás de esos triunfos, también quedan casos de colombianas que siguen luchando para derribar las paredes que las oprimen, quienes sufren por violencia contra la mujer y feminicidios pendientes por esclarecer en la justicia.

La Procuraduría, que incluso está a la cabeza de una mujer, Margarita Cabello, apunta que solo durante este 2023 se han reportado 3.483 casos de violencia intrafamiliar y se han efectuado 1.516 exámenes médico-legales para esclarecer casos de delitos sexuales. Los datos de las entidades del Estado en ese ámbito contrastan con los de las organizaciones: mientras el ente de control habla de 10 feminicidios en enero, el Observatorio Colombiano de Feminicidios registró 28 casos de esos solo entre el 1 de enero y el 5 de febrero.

En el año 2022 se registraron 47.771 casos de mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, de acuerdo con la Procuraduría, una estadística que representó un incremento del 16,14% en relación con el consolidado de 2021 que maneja ese despacho. Las estadísticas apuntan a que en 2022 unas 259 dellas fueron asesinadas por su condición de ser mujer.

EL COLOMBIANO destaca el trabajo de sus 210 voceadoras: los testimonios de 4 de ellas

Mujeres ocupan el 30% de los cargos directivos del país

“Hace más de 60 años vendo el periódico”, Blanca Isaza. Voceadora hace 60 años

En los años 50, trabajar en el campo no era una tarea fácil, dice Blanca Isaza, una mujer de 77 años que después de preparar la tierra, cosechar cacao, maíz, plátano, recoger café y cultivar tomates, decidió que tenía que sembrar en ella misma.

Blanca nació en 1945 en Argelia, Antioquia. Recuerda sus primeros años de vida entre una numerosa familia de 9 hermanos, levantados todos en un rancho de madera y siempre estaban las labores del campo: “Se trabajaba de lunes a domingo, era un campo muy grande, y todos teníamos que trabajar mucho”. Evoca, además, que era poco común que las mujeres se dedicaran a los cultivos, a arar la tierra, pues permanecían la mayor parte del tiempo en casa lavando los platos, las mantas y las entremantas de las mulas: “Eso sí, desde las más chiquitas hasta las más doñas trabajábamos hasta que se nos rajaban las manos”.

Hoy, con sus manos ásperas de tanto trabajar, de tanto vivir, Blanca reparte EL COLOMBIANO y Q’hubo en la calle Junín, en el Centro de la ciudad, en su punto de venta que se sostiene en sí mismo entre crucigramas, revistas, cigarrillos y chicles. “Hace más de 60 años trabajo vendiendo el periódico (...), me vine del campo porque nos echaron de donde vivíamos todos”. Llegar a la ciudad y emprender en la venta del periódico le ha dado una nueva posibilidad de crecer, todo el que pasa por la calle Junín la saluda y la mira cómo se mira a una mamá, como se mira a una semilla que ya no es semilla sino un árbol de mucha edad.

Mujeres ocupan el 30% de los cargos directivos del país

“Empecé con la venta del periódico a mis 20 años”, Luz Dary Caicedo. Voceadora hace 43 años

Luz Dary Caicedo madruga todos los días a las 3 de la mañana para trabajar vendiendo periódicos. Su punto está en el Parque de Envigado, junto a una tienda donde suena una radio, y de un semáforo que marca el ritmo de la avenida ruidosa. Verde: el alboroto; rojo: el silencio. Lleva 43 años en este oficio y, sin embargo, no es lo único que hace: “Madrugo y trabajo harto para dedicar la tarde a mí. No soy una mujer de estar en cuatro paredes encerrada, porque lo que yo más amo es bailar”.

Nació en Cali, en 1957, una época en la que esa ciudad no solo empezaba a brillar por la salsa, sino por la popular Feria de Cali que sirvió para abrir las puertas de una población hasta ese entonces provinciana. Como se bailaban ritmos tropicales, Luz Dary recuerda mover sus piernas al ritmo del porro, el merecumbé y la cumbia, e incluso haber ganado muchos concursos de baile en su infancia y juventud.

Antes de cumplir la mayoría de edad, su madre y su padrastro decidieron venir a Medellín para buscar una nueva vida: “Siempre he sido una mujer muy alegre, y cuando empecé a trabajar en la venta del periódico a mis 20 años, se les hacía muy raro ver a una mujer trabajando en semejante cosa... Recuerdo que me decían que yo en qué andaba, que si era una mujer pública, que por qué me mantenía en la calle de un lado a otro”. Hoy, Luz Dary trabaja en las mañanas, ofreciendo el periódico, sentada en su butaca dejando al viento su cabellera blanca. En las tardes va a clase de cumbia a darle rienda libre a sus piernas.

Mujeres ocupan el 30% de los cargos directivos del país

“¿Qué está lloviendo? ¡Pues saque sombrilla!”, Hilda Quevedo. Voceadora hace 28 años

“Yo digo que todo lo que he aprendido en la vida ha sido desde la experiencia y porque otras mujeres también me han enseñado”, dice Hilda Quevedo, quien vende periódicos cerca a la Estación Floresta desde hace 25 años. Asegura que su camino es algo imposible de resumir, pues ha tenido tantos trabajos en tantos municipios, y ha conocido a tantas personas, que dice que su verdadero oficio es atender a las personas. Hilda nació en Anzá, Antioquia, en 1970. La primera vez que se “sintió mujer” fue cuando cumplió 17 años y tuvo su primer trabajo administrando un almacén del pueblo en donde se vendían los mejores zapatos. En ese momento se dio cuenta de que lo que le gustaba era administrar y atender clientes, y soñó con que quería ser una ejecutiva. “Soñaba con ser ejecutiva para poder vestirme con falda y tacón (...) hoy me di cuenta de que puedo serlo y que no va en la ropa, porque yo me visto muy sencilla. Todo va en cómo trato a otras personas”. Antes de sus 30 años, se la pasó de municipio en municipio porque su abuelo era un hombre de recorridos largos, y en cada uno debía buscar un empleo. Estuvo en Anzá, Santa Fe de Antioquia, Urabá y otros, siempre trabajando en almacenes. Cuando cumplió 30, llegó a Medellín y empezó a trabajar en una confitería en Pichincha, luego en confecciones y ahora en la venta del periódico. “No soy de un solo lugar, y tampoco soy de hacer una sola cosa (...) Yo atiendo a las personas y estos trabajos me han enseñado a ser más humana, más sensible. Y a encontrarle soluciones a todo. ¡Ah! ¿Qué está lloviendo? ¡Pues saque sombrilla! Pero de que hay que trabajar, hay que trabajar”.

Mujeres ocupan el 30% de los cargos directivos del país

“Yo vendo cultura e información con el periódico”, Amada de Jesús Ramírez. Voceadora hace 12 años

“Trabajar vendiendo el periódico y tener para comprarme mis propias cosas me ha hecho sentir una mujer real”, cuenta Amada de Jesús Ramírez, quien lleva 12 años en la venta de periódicos en su punto ubicado en Ecuador con La Oriental. Allí, según ella, “vendo cultura e información con el periódico”, y –de paso– “los mejores tintos pa’ tomar a cualquier hora, y los mejores cigarrillos pa’ un buen estrés”.

Amada nació en Andes, Antioquia, en 1972. Fue madre a los 17 años, y tuvo que mudarse con el padre de sus hijos y encargarse de las labores del hogar. “El trabajo de la casa es más duro que el trabajo de la calle, y en casa ni siquiera te pagan (...) es verdad que uno lo hace por sus hijos, pero es de trabajar todos los días, y dice así: cocinar, limpiar la casa, comprar la comida, cuidar los niños, las tareas de los niños, atender al marido, cuidar el jardín, que todo esté limpio para los demás”.

Se vino a la ciudad cuando cumplió 38 años. Uno de sus mayores actos de valentía fue dejar aquella casa que había construido bajo el yugo de un ideal de matrimonio, tomar sus maletas y liberarse para empezar a trabajar de forma autónoma. Hoy en día es madre de 2 hijos y tiene 4 nietos con quienes vive en lo que ella considera su propia casa, así pague arriendo. Y lo dice porque gracias a la venta en calle que hace “de cultura e información”, como ella misma describe su trabajo, puede recaudar algunos pesos para poner en esa vivienda todo lo que considera es importante para sentirse viva.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD