9,8 %
de los colombianos fuma, según cifras compartidas por el Dane.
Este lunes 31 de mayo se conmemoró el Día Internacional Sin Tabaco, por segunda vez en medio de la pandemia el pasado , un dato no menor si se tiene en cuenta que, expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalaron los peligros extra a los que estaban sometidos los fumadores cuando presentaban covid-19. “Tienen más probabilidades de desarrollar síntomas graves”.
Blanca Llorente, magíster en Salud Pública de la Universidad de Londres y asesora en temas de tabaco de la Liga Colombiana Contra el Cáncer, advirtió que fumar tiene dos consecuencias que pueden provocar más vulnerabilidad al coronavirus. “La primera, que es obvia, es que el cigarrillo afecta los pulmones. Y la otra, que a veces olvidamos, es que disminuye la capacidad de respuesta del sistema inmunológico”, dijo Llorente.
Por esa razón, la OMS ha invitado a que los fumadores vean la pandemia como una oportunidad para dejar de fumar, pues, sostiene la entidad, es más probable que la covid-19 les quite la vida.
Fumar también aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades que no son transmisibles. Según un comunicado de la Clínica Somer de Rionegro, el cigarrillo puede provocar enfermedades cardíacas y pulmonares obstructivas crónicas (conocidas como Epoc, una de las comorbilidades más peligrosas para el coronavirus). Y, adicionalmente, es la causa de varios tipos de cáncer.
El panorama en Colombia
Según la última Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas, realizada por el Dane en 2019 y publicada en 2020, el 9,8 % de los colombianos consumía tabaco, mientras que en el 2013 esa cifra se situaba en el 12,9 %.
Según Alejandro Martínez, médico de la Universidad de Antioquia y toxicólogo de la clínica Somer, en los últimos años las políticas públicas contra el tabaco en el país han tomado “fuerza” después de que se promulgó la Ley 1335 de 2009, o Ley Antitabaco. “El aumento a los impuestos, los espacios libres de humo y la disminución de la publicidad han permitido que el consumo de tabaco se reduzca”, dijo.
Y subrayó que aún hay retos en esta materia, como la lucha contra el menudeo (la compra de cigarrillos por unidad). En eso coincidió Blanca Llorente, quien advirtió que “hay que hacer cumplir la legislación (contemplada en la misma Ley 1335 de 2009) que prohibe la venta de cigarrillos sueltos, que es masiva en Colombia y es la principal forma de adquisición”.
También llamó la atención sobre la publicidad que hacen las empresas tabacaleras. “Encontramos en supermercados y puntos de venta mucha publicidad a la vista del consumidor”, aseguró.
Vale decir, sin embargo, que en la Ley 1335 de 2009 ya hay directrices en la materia. Por ejemplo, en temas de publicidad y empaquetado, se contempló que los mensajes no pueden “a) ser dirigidos a menores de edad o ser especialmente atractivos para estos; b) sugerir que fumar contribuye al éxito atlético o deportivo, la popularidad o al éxito profesional; c) contener publicidad falsa o engañosa recurriendo a expresiones tales como cigarrillos suaves, ligeros, light...”.
Pese a todo, las cifras del Dane señalan que al año en Colombia murieron 34.800 personas por enfermedades relacionadas con el cigarrillo.
La industria del tabaco hoy
Por supuesto, la implementación de políticas públicas encaminadas a combatir el consumo de cigarrillos ha tenido efectos en la industria tabacalera, de la cual dependían (para el 2018) alrededor de 7.000 familias campesinas distribuidas en seis departamentos, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura. Esa entidad señaló que la cantidad de tierra cultivada ha disminuido desde 2010 y para 2018 se situaba en 5.762 hectáreas.
Las tabacaleras legalmente constituidas también se han visto golpeadas por el contrabando, que creció durante el 2020, según datos del estudio Incidencia de Cigarrillos Ilegales en Colombia, realizado por Invamer y la Federación Nacional de Departamentos (FND). El consumo de cigarrillos ilegales, dice el documento, pasó del 30 % en 2019 al 34 % en 2020. Entre otras conclusiones, se encontró que los confinamientos hicieron que la gente acudiera más a las tiendas de barrio, donde hay “mayor incidencia de distribución de marcas ilegales”.
Esto afecta también el recaudo de impuestos del país. El estudio concluyó que los departamentos dejaron de percibir cerca de $700 mil millones por el mercado ilegal. “Había un acceso más fácil a la ilegalidad, más que a la formalidad. Eran los establecimientos legales los que se veían impactados con las restricciones que se dieron para disminuir el contagio con el covid-19 en el año 2020“, dijo Michelle Figueroa Pachón, Subdirectora de Acuerdos y Convenios y líder del Programa Anticontrabando de la FND.
También aseguró que entidades como la Dian y la Policía Nacional “estuvieron bastante atentas a disminuir la entrada del contrabando al país”. Y dijo que el trabajo integral con los departamentos permitió evidenciar nuevas modalidades de contrabando, pues no solo se trata de tiendas, sino de otras redes y plataformas en las que se mueve el comercio ilegal.
Para Blanca Llorente, el aumento frecuente de impuestos es, precisamente, “la medida más importante”. Añadió que “a partir de 2017 vimos un aumento en el impuesto y es justo cuando vemos una caída más rápida en el número de fumadores”.
Ahora, en vista de las implicaciones que trae para la salud pública el tabaquismo, algunas empresas de la industria han optado por diversificar su oferta.
En un comunicado anticipado a EL COLOMBIANO, la Philip Morris (que ya había cerrado sus plantas de producción en el país en 2019) señaló que busca dejar de producir cigarrillos “en un plazo de 10 a 15 años”. La empresa citó 10 motivos por los cuales decidió hacer esa transición. Señaló que ha invertido 8.100 millones de dólares para investigar alternativas al cigarrillo y que en el futuro su enfoque serán los “productos libres de humo”, que seguirán conteniendo tabaco, pero no serán consumidos a partir de la quema.
Iniciativas de prevención
La Liga Colombiana contra el Cáncer anunció que lanzará el Programa de Cesación de Tabaco, para prevenir y combatir su consumo. Blanca Llorente explicó que, según sus cálculos, cerca de 2 millones de fumadores en Colombia quieren dejar de hacerlo.
Una de las actividades que más llama la atención es el Reto de los 21 días dirigido a los consumidores. “Se les ponen unos desafíos, se les entrega un kit con herramientas que los van a mantener motivados, que los van a ayudar con el estrés y los síntomas de dejar de fumar”, dijo Llorente.
Para inscribirse basta con ingresar a la página web www.ligacancercolombia.org.