Con nuevo ministro y tras la ruptura del Gobierno con los partidos Liberal, Conservador y La U, la reforma a la salud volvió a pedir ficho de espera en el Congreso para tratar de que avance su trámite. Y si bien los gremios de las EPS ven con buenos ojos la llegada de Guillermo Jaramillo a la cartera de salud, el presidente Gustavo Petro señaló que la salida de Carolina Corcho no modifica la esencia del proyecto.
Esta semana la Casa de Nariño tratará de convencer a los jefes de esos partidos de que no descarten su apoyo a la reforma, en últimas su aprobación o hundimiento en primer debate quedará en manos de 21 representantes a la Cámara. Y en medio de la discusión del proyecto sale a relucir la transparencia y los intereses que los congresistas tienen en su agenda porque son fuente de recusaciones, impedimentos y otras trabas que pueden demorar la discusión.
EL COLOMBIANO revisó los documentos que cada miembro de la Comisión Séptima –donde está el primer filtro de la reforma– presentó con sus reportes de financiación de campaña y lo que registraron en los libros de conflictos de intereses, así como sus declaraciones de renta.
Los que más plata recibieron
De acuerdo con la información reportada ante el Consejo Nacional Electoral, el congresista que más dinero recibió para su campaña fue Germán Rozo Anis, representante por Arauca del Partido Liberal, quien recibió $361,1 millones.
Le sigue Jairo Humberto Cristo, representante por Norte de Santander de Cambio Radical, quien tuvo aportes a su campaña por la suma de $351 millones. En tercer lugar está Agmetn Escaf, representante por el Atlántico del Pacto Histórico, quien reportó donaciones por la suma de $307 millones.
Por otra parte, están los representantes Víctor Salcedo (Valle del Cauca, del Partido de la U) y Héctor Chaparro (por Boyacá, del Partido Liberal), que recibieron $251,7 millones y $221,8 millones, respectivamente.
Los de mejor patrimonio
Desde que se sancionó la Ley 2013 de 2019 se estipuló la obligatoriedad para que los congresistas publiquen los impedimentos por conflictos de interés que puedan reñir con las posiciones o negocios que hayan tenido en otros sectores, así como los de su familia cercana.
En ese sentido, este diario encontró que de 21 congresistas de esa comisión, siete no han presentado su declaración de renta, la cual es de acceso público por medio de la herramienta “consulta ciudadana” de la página de la Función Pública del Estado. Los que no la han presentado son Agmeth Escaf (presidente de esa comisión) y Mafe Carrascal, del Pacto Histórico; Germán Rozo y María Eugenia Lopera, del Partido Liberal; Karen López, de las circunscripciones de paz; Germán Gómez, del Partido Comunes, y Martha Alfonso, de la Alianza Verde.
Entre tanto, el representante Héctor Chaparro es el que más patrimonio líquido registró ante la Dian, con $1.402 millones; seguido por Jairo Cristo (Cambio Radical), con $1.377 millones; Víctor Salcedo (La U), con $1.234 millones; Betsy Pérez (Cambio Radical), con $588 millones, y Camilo Ávila, con $575 millones.
Intereses: ganado, agro y salud
Nueve congresistas consignaron que no tenían conflictos de intereses. Los otros 12 sí lo hicieron y el más común es la participación en la ganadería, pues seis lo pusieron: Germán Gómez, Héctor Chaparro, Juan Carlos Vargas, Karen López, María Eugenia Lopera y Víctor Salcedo.
Así mismo, registraron actividades en el sector del agro los representantes Gerardo Yepes, Héctor Chaparro y Karen López, quien fue la única que reportó posible conflicto de interés por tener familiares que trabajan en el sector salud; mientras que Germán Rozo y Jairo Cristo señalaron que tienen familia trabajando en la Dian y la Defensoría del Pueblo y en el sector de la educación y la Policía Nacional, respectivamente.
¿Qué le espera a la reforma a la salud en el Congreso?
Como el Gobierno radicó la reforma como proyecto de ley ordinaria, tiene que pasar cuatro debates para aprobarse y pasar a sanción presidencial. El primero es en la Comisión Séptima de Cámara, que estudia temas de seguridad social; si es aprobado en esa célula legislativa, pasa a debate en la Plenaria de Cámara, en donde participan del debate los 188 representantes. Una vez aprobado allí, el proyecto pasa a ser discutido en la Comisión Séptima del Senado y, si es aprobado ahí, pasaría a la Plenaria de esa corporación, en donde enfrentará su debate definitivo. Lo que no cuadran son los tiempos, pues la legislatura se extenderá hasta el 20 de julio e incluso citando a sesiones extraordinarias puede que los tiempos no alcancen, por lo que la reforma podría extenderse hasta la segunda mitad del año.