El presidente Juan Manuel Santos no hizo mención a la privatización de la mayoría accionaria de la Nación en Isagén, ayer durante la inauguración oficial de su central hidroeléctrica Sogamoso, en el occidente de Santander.
Lo que Santos sí mencionó durante su discurso en la casa de máquinas de Sogamoso, es que la central suplirá un 8 por ciento de la demanda nacional de electricidad y aleja la posibilidad de un racionamiento de energía, más ahora cuando se avecina un fenómeno de El Niño (verano más intenso).
Pero lo cierto es que la generadora de electricidad con esa megaobra en que invirtió 4,3 billones de pesos se valorizó a niveles no vistos antes en sus 20 años de vida empresarial tras escindirse de ISA y, de pasó, quedó con la central más moderna tecnológicamente del país.
Antes de comenzar el proyecto, en 2009, la generadora sumaba activos por 4,18 billones de pesos que, incorporada la nueva central con una capacidad instalada de 820 megavatios, ascienden actualmente a cerca de 10 billones de pesos, según informó Juan Fernando Vásquez Velásquez, gerente financiero de Isagén.
Asimismo, según los datos suministrados por el directivo, se concluye que el valor patrimonial de la empresa se duplicó con Sogamoso: pasó de los 3,13 billones de pesos, al cierre de 2008, hasta unos 6 billones de pesos, en la actualidad
En tanto que la deuda de la compañía pasó de 490 mil millones de pesos, a 3,3 billones de pesos, con una vida media de los créditos de 8 años: “de toda la deuda adquirida por el proyecto, solo 200 mil millones de pesos están en dólares, por lo que la exposición es baja a fenómenos como la devaluación que se presenta hoy”, explicó Vásquez a EL COLOMBIANO, al señalar que Isagén tiene créditos abiertos con 10 bancos colombianos por 1,8 billones de pesos.
Cabe anotar que Isagén también colocó en años anteriores bonos por 850 mil millones de pesos, con plazos a 7, 10 y 15 años, sobredemandados por el mercado, y que se suman a la financiación del proyecto, que desde el 20 de diciembre pasado opera comercialmente con sus tres unidades de generación.
En esas condiciones, Isagén presupuesta alcanzar ingresos por 2,5 billones de pesos, precisó Vásquez, con un Ebitda (flujo operativo de caja) que cerró 2014 del orden de 700 mil millones de pesos y, con Sogamoso, está previsto alcance los 1,1 billones de pesos a finales de este año.
En esas condiciones, surgen dudas en torno a la valoración inicial que realizó el Gobierno para poner en venta el 57,61 por ciento de propiedad de la Nación, un proceso suspendido hasta por un año, desde agosto pasado, y por el que se esperan recursos entre 5 y 6 billones de pesos destinados a financiar compromisos de la Nación en la construcción de las vías 4G.
En todo caso, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, ha dicho que el proceso de enajenación tuvo en cuenta el impacto en los balances de la generadora de la entrada de Sogamoso y que la venta se reactivaría este año, lo que el mercado espera que ocurra más pronto que tarde.
Sin embargo, ayer la Asociación de Trabajadores de la Energía (Atrae) divulgó una carta dirigida al presidente Santos en que le recuerda que obras de la magnitud y riesgo como Hidrosogamoso solo son afrontadas en el país por empresas de mayoría de capital público.
“Esa es una de las razones entre muchas otras, por la cual Isagén debe conservar la participación mayoritaria de la Nación y por lo tanto su control”.
Incluso Atrae va más allá y sugiere que la generadora, por su experiencia en la ejecución de obras civiles, poniendo como ejemplo los túneles y vías construidos para Sogamoso, debería participar en las concesiones viales de cuarta generación (4G).
Con esa propuesta abierta, lo cierto es que la nueva central fue hecha con una alta eficiencia energética de su embalse, 12 megavatios por kilómetro cuadrado, por lo que Isagén la candidatizó para obtener el certificado de Mecanismos de Desarrollo Limpio de la Comisión de Naciones Unidas para el Cambio Climático.
A la espera de lograrlo, Sogamoso demostró la envergadura técnica y financiera de Isagén para construir obras de magnitudes extraordinarias, al tiempo que asegura la expansión en 50 por ciento de su capacidad de generación, cumpliendo presupuestos y el plazo previsto por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg).
“Esto marca un antes y un después para Isagén, probando la capacidad del ingenio e industria nacionales, es un motivo de gran satisfacción. Isagén es otra empresa a partir de hoy”, concluyó Luis Ernesto Mejía, exministro de Minas y Energía y miembro de la junta directiva de la empresa.*Por invitación de Isagén.