Los reclamos contra la paz total, el incremento del precio de la gasolina y los recientes escándalos del Gobierno por narcotráfico y corrupción fueron las principales consignas de centenares de personas que salieron a marchar contra el presidente Gustavo Petro en las principales ciudades del país.
Pese a que estas movilizaciones no contaron con la asistencia masiva de otras marchas contra el Gobierno, lo cierto es que en ciudades capitales como Medellín, Cali y Bogotá los ciudadanos sí se unieron a las marchas citadas por la oposición para pedir cambios radicales en el Ejecutivo y hasta la renuncia del jefe de Estado.
Las concentraciones fueron bautizadas como la “Marcha de la Mayoría” y citadas principalmente por políticos de Cambio Radical y el Centro Democrático.
“Hay miedo y terror en Colombia. El clamor por la seguridad es unánime, basta oír a los alcaldes y a los gobernadores. Necesitamos una respuesta del Gobierno Nacional y tenemos que respaldar y apoyar a nuestra fuerza pública que hoy está amarrada de manos y pies por un gobierno que premia a los criminales y castiga a los ciudadanos”, dijo el senador Miguel Uribe Turbay, uno de los convocantes a la manifestación, tras agradecer la asistencia de los ciudadanos a la Plaza de Bolívar, en Bogotá.
Las razones antipetro
Además del descontento de los sectores por el incremento de los precios y la inseguridad, el Gobierno Petro carga con dos grandes escándalos que le han costado las cifras más bajas de popularidad.
El más reciente de ellos es la captura de Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente, quien aceptó haber recibido dineros de manos de un exnarcotraficante y un hombre relacionado con el paramilitarismo para la campaña presidencial. Por esos hechos, Petro Burgos fue imputado por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
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El otro, que ya se ha ido opacando con el paso de los días, tuvo que ver con el presunto abuso de poder de la entonces jefa de gabinete, Laura Sarabia, y el uso del polígrafo presidencial para investigar un robo doméstico.
Con todo eso, la Presidencia se enfrentó a una nueva jornada de manifestaciones que tuvo sus principales puntos al frente del Capitolio, en Bogotá, y en el centro Administrativo La Alpujarra, en Medellín.
Las protestas en la capital contaron con la presencia del candidato a la Alcaldía Diego Molano y del opositor vallecaucano Jaime Arizabaleta.
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“Marchamos para hacerle saber al Gobierno que no nos representa, que no vamos a apoyar las negociaciones con terroristas y que el presidente tiene que renunciar por las actuaciones de su hijo que muy probablemente lo incriminan”, dijo uno de los manifestantes de la capital antioqueña.
Sobre todo esto, el presidente Petro respondió a un trino que criticaba las marchas diciendo que “nadie les impedirá marchar. Pero yo marcharía no para impedir el cambio, sino contra la corrupción y la impunidad”.
Hasta el cierre de esta edición, la Policía Nacional realizó reportes cortos en los que aseguró que las manifestaciones se desarrollaron en calma y sin generar caos de orden público.