La solicitud de presupuesto del presidente Donald J. Trump incluye recortar en un 35 % la ayuda de EE.UU. a Colombia. Sin embargo, aunque el anuncio sorprendió, era previsible por dos cosas: los pésimos resultados en el control de los cultivos ilícitos y la fuerte presión del sector republicano para incrementar el presupuesto para el fortalecimiento del aparato militar.
Las cifras no le favorecen a Colombia, ya que efectivamente, esta disminución responde al malestar de la Casa Blanca por el aumento en un 52 % de los cultivos de coca del 2015 al 2016, –varios miembros de la administración Trump ya le habían advertido al gobierno de Juan Manuel Santos su inconformidad frente al tema–, este es sobre todo un reflejo de la forma en la que la Oficina Oval ha venido manejando las relaciones internacionales, cobijadas por la idea de América primero.
De ahí que en las páginas introductorias del documento que presentó el Ejecutivo al Legislativo, aclarara en su introducción que “el presupuesto de este año mantiene el compromiso del presidente con la protección de nuestra seguridad, derechos y valores. Lo hace enfocando los recursos requeridos para nuestra seguridad nacional, y en un desarrollo económico que contribuya al crecimiento de nuestra economía”.
Adam Isacson, director del Programa de Defensa para el Monitoreo en la Ayuda Militar de la Washington Office para Latinoamérica, WALO, le dijo a EL COLOMBIANO que en la solicitud de presupuesto que le hizo la Casa Blanca al Congreso, es muy similar a la que se propuso el año pasado.
“En mayo del año pasado la Casa Blanca hizo la solicitud del presupuesto 2018 con los mismos recortes y el Congreso no lo aprobó. Este año otra vez el gobierno busca recortar la ayuda y eso no va a prosperar en el Legislativo porque así sea de mayoría republicana, muchos no comparten la filosofía de recortes fuertes y se está recortando a todo el mundo”, señaló.
Adicionalmente es probable, según Isacson, que el Congreso de EE.UU. se demore en la aprobación del presupuesto, como lo hizo con el de este año y que se aprobó hace cinco días.
“Si todo funcionara normalmente, el legislativo decidiría antes del 30 de septiembre, pero como hay tanta polarización, todavía no han terminado de definir el presupuesto del 2018 y su nueva fecha límite es el 23 de marzo. Entonces el de 2019 podría ser decidido este año, pero depende de las elecciones congresionales y se podría postergar”, añadió.