En el municipio de Cantón de San Pablo, a orillas del río Quito, en el centro de Chocó, se reportaron 121 casos de personas que salieron positivo con mercurio en sus cuerpos. En este pequeño municipio, de apenas 386 kilómetros cuadrados, están en funcionamiento 128 retroexcavadoras y 46 dragas en 5 entables mineros clandestinos.
Esta es una de las conclusiones a las que llegó la Contraloría General de la República en una de las auditorías que realizó luego de recoger información en 9 municipios (ver infografía), frente a las tareas de monitoreo, control y seguimiento ambiental de las actividades mineras en 2016.
En este reporte se advierte que los municipios tienen presencia de actividad minera en sus territorios desarrollada por 377 entables mineros equipados con 63 retroexcavadoras, 172 dragas de succión, 48 dragones y 276 motobombas, los cuales desarrollan explotaciones mineras sin los respectivos permisos ambientales.
Para el caso de Quibdó, la capital del departamento, también se reporta la presencia de actividad minera. Sin embargo se advierte que no existe censo o inventario minero, explicó la Contraloría, que pudo determinar que este municipio cuenta con 34 títulos mineros vigentes. Además, reveló que, aparte de la deficiente labor de vigilancia de la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó, Codechocó, hay incumplimiento del artículo 306 de la Ley 685 de 2001, Código de Minas, por parte de los alcaldes debido a que estos no proceden a suspender la explotación de minerales sin título que se desarrolla en sus territorios.
La situación descrita, concluyó el ente de control, configura un hallazgo con presunta incidencia disciplinaria.