En el aniversario número 50 de sus bibliotecas, la caja de compensación de Antioquia Comfama anunció el cambio del nombre de una de sus sedes en el oriente de la ciudad para honrar la memoria de uno de los artistas más icónicos del departamento y al que le debemos el himno de Antioquia.
Según Comfama, la biblioteca de su sede Aranjuez en Medellín ahora se llama José Epifanio Mejía, quien no solo fue el autor del himno antioqueño, sino que –a raíz de las enfermedades mentales que acarreaba– también habitó por más de 30 años (entre 1893 y 1913) el Hospital Mental Departamental de Antioquia, que tras su transformación se convirtió en el actual Centro Cultural Comfama Aranjuez.
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“Para celebrar estas cinco décadas de nuestras bibliotecas, y augurar que sean cientos más, hacemos este anuncio en un acto de memoria histórica que conecta el presente con el pasado del edificio que alberga esta sede. Con esto, pretendemos recordar a Epifanio Mejía y, además, resaltar una historia que cumple medio siglo, que ha crecido consistentemente durante todos estos años y en los que las bibliotecas han sido verdaderos epicentros culturales”, expresó Estefanía González, responsable del Ecosistema del libro y la lectura en Comfama.
Es muy probable que en su larga estancia, el poeta recorrió los mismos pasillos que hoy transitan los visitantes de la biblioteca, y posiblemente declamando sus versos en lo que hoy es uno de los espacios culturales más emblemáticos del Nororiente de Medellín.
La biblioteca Epifanio Mejía hace parte de la red de 75 espacios dedicados a la lectura que tiene Comfama y entre los que se cuentan 13 bibliotecas, tres bibliotecas comunitarias, 21 puntos de lectura, seis bibliometros (diseminadas en estaciones del Sistema Metro), dos buses móviles que viajan por Antioquia, una biblioteca digital y 29 maletas viajeras.
Todos estos espacios tienen un “patrimonio” bibliográfico de casi 270.000 libros que impulsan la lectura desde clubes de lectura, tertulias e incluso jornadas escolares complementarias. Según la caja, anualmente se invierten $1.200 millones en adquirir material bibliográfico. Muchos de ellos fueron comprados en editoriales regionales, bibliotecas comunitarias y librerías independientes, contribuyendo así a fortalecer el ecosistema del libro en Antioquia y el país.
Pero más allá de ser unos edificios llenos de libros, según Comfama, más que repositorios de textos, sus bibliotecas como la de Aranjuez se han transformado en verdaderos epicentros culturales que promueven la lectura, la escritura y las manifestaciones artísticas más diversas.
De hecho, solo en 2024, las bibliotecas registraron más de 5 millones de servicios, entre asistencias, préstamos y agenda cultural como clubes de lectura, de cine y tertulias, lo que demuestra que es en ellas donde se manifiesta el sentido más amplio de la palabra convivencia.
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