Katerine Andrea Martínez, alias Gabriela, es procesada por la Fiscalía General de la Nación como la persona que al parecer le entregó el arma al joven de 15 años para que disparara contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay.
En medio de las indagaciones con el ente acusador, Martínez ha revelado detalles que pueden ser tomados como pistas claves que ayuden a resolver sobre quién está detrás del atentado contra el congresista del Centro Democrático.
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De acuerdo con las declaraciones dadas por la mujer a las autoridades, las cuales fueron reveladas por la revista Semana, alias Gabriela conoció a alias el Costeño en un bar en el centro de Bogotá y ya había hecho algunas “vueltas” con él.
El hombre de 41 años y señalado como el principal eslabón en la red criminal detrás del ataque contra Uribe Turbay la contactaba para “llevar encargos” bajo la promesa de que ella no se iba a exponer y por eso recibiría plata.
En el caso puntual del atentado perpetrado el 7 de junio, la oferta era que “si moría, me pagaba diez millones. Si no se moría, me pagaba 600 o 700 mil pesos”, declaró alias Gabriela.
“Le contó que había una moto que lo iba a esperar en la misma esquina donde estaba el Spark. Le dijo que si la moto no alcanzaba a recogerlo, una cuadra más adelante iba a estar el Spark y que tenía cinco minutos de escape, porque la Policía estaba con ellos, y que estos eran los que estaban de escolta del senador”, fue lo que le habría dicho alias el Costeño al joven de 15 años.
También le habría dado recomendaciones sobre el celular, indicándole que lo dejara dentro del carro, porque “de pronto lo botaba corriendo”.
En su testimonio a la Fiscalía, alias Gabriela indicó que el celular del joven fue dejado en el puesto del copiloto en el Spark gris, al cual le sacaron la sim y lo resetearon por orden del Costeño.
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Una vez ocurrido el atentado, la instrucción que recibió la mujer fue huir para Caquetá. “Me dijo que no esperara a que buscaran mi cara, sino que me fuera para Florencia, porque allá no me iba a encontrar nadie, que allá me iban a dar todo”, expresó.
Sin embargo, la joven refutó esa opción, pues quería irse con su pareja a Ecuador, sin embargo, el Costeño le sugirió Caquetá por una razón especial. “Me insistió que me fuera para Florencia, que allá podía estudiar lo que yo quisiera. Yo le pregunté qué podía estudiar allá. Él me dijo que un curso de drones o un curso de francotirador, que esos cursos iban a ser allá con la guerrilla. No me mencionó qué grupo de guerrilla, si eran de las Farc o cuál era. Me dijo que él tenía contacto con la guerrilla allá, que él conocía personas y que no me iba a faltar nada”, concluyó.
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