Los 30 municipios de Chocó le dijeron sí a los acuerdos de paz entre el gobierno y las Farc en las urnas. Este domingo votaron 97.248 chocoanos, 32 por ciento de quienes podían hacerlo, y por aplastante mayoría respaldaron el proceso.
A falta de nueve mesas por reportar, el preconteo de la Registraduría muestra que en ese departamento 74.860 votos fueron por el Sí, lo que equivale a un 79,67 por ciento de los sufragios. Por el no votaron 19.092 personas, 20,32 por ciento del total.
En redes sociales algunos ciudadanos resaltaron el caso de Bojayá, donde el 95 por ciento de los 2.074 votantes marcaron el sí y solo 87 se inclinaron por el no. El dato es relevante porque es precisamente el municipio que más conoce la tragedia de la guerra: fue víctima de uno de los peores ataques terroristas de las Farc.
El dolor de Bojayá
El 2 de mayo de 2002 fue el día más doloroso en la historia de Bojayá, un municipio ubicado en la zona del Atrato chocoano. Un día antes, los guerrilleros pertenecientes al frente 58 de las Farc se enfrentaron a tiros contra hombres de las Autodefensas Unidas de Colombia.
El pueblo, asustado, corrió a la iglesia -la estructura más fuerte del pueblo- para refugiarse de las balas y allí pasó la noche. Pero a las 10:45 a.m. de ese jueves, un cilindro de gas cargado con dinamita cayó sobre el altar, explotó y se llevó por lo menos a 79 personas, algunos incluso dicen que la cifra de víctimas pudo superar los 114. Eso, sin contar las 6.000 personas que tuvieron que huir del pueblo.
El pasado 29 de septiembre las Farc volvieron al pueblo. Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez” realizó un discurso en la vereda La Loma de Bojayá, donde pidió el perdón de las víctimas y les entregó el cristo afro para recordar los sucedido.
“Pedimos que nos perdonen y nos den la esperanza del alivio espiritual permitiéndonos seguir junto a ustedes haciendo el camino que, reconciliados, nos conduzca hacia la era justa que tanto han anhelado los humildes de todos los rincones de Colombia”, indicó el delegado de Farc.
El guerrillero indicó que “jamás” tuvieron la intención de causar los terribles daños ocurridos ese 2 de mayo “que tanta aflicción han ocasionado, y lo hacemos con la infinita gratitud que nos da la forma como con tanto desprendimiento de comprensión y sin manchas de rencor y odio, nos han recibido para iniciar la nueva senda de paz que nos hemos trazado”, indicó.
El excomandante del Bloque Caribe entregó a los habitantes de Bojayá como ofrenda el Cristo Negro de Bojayá, construido por el maestro Enrique Angulo, un reconocido escultor cubano. “Lo hacemos para rendir el más sentido homenaje, más que merecido, a un pueblo sufrido y emprendedor; Y lo hacemos con el convencimiento de que es necesario mantener siempre presentes a las personas queridas que nos quitó la guerra”, afirmó Iván Márquez.