Tal como se tenía previsto, el presidente Juan Manuel Santos instaló en la mañana de este sábado en Cartagena la vigésimo quinta Cumbre Iberoamericana y aprovechó la presencia del rey Felipe VI, presidentes, Jefes de Gobierno, cancilleres y representantes de organismos internacionales, para recordar lo acontecido en el país luego del plebiscito y reiterar la necesidad de firmar un nuevo acuerdo en el menor tiempo posible:
“Esta Cumbre, que se reúne en un momento crucial de la historia de Colombia, es una cumbre por la paz pero es también la Cumbre de la Paz. ¿Y por qué lo digo? Porque el Acuerdo de Cartagena, que firmamos aquí, el 26 de septiembre, con el acompañamiento de varios de los aquí presentes, es y seguirá siendo la base de una transformación sin precedentes en nuestra historia”, apuntó el mandatario.
Santos destacó además que con los debidos ajustes y clarificaciones que se harán en un lapso breve Colombia conseguirá ponerle fin a un conflicto de 52 años que deja más de 200 mil muertos y ocho millones de víctimas.
El mandatario recordó además a los presentes algunos de los hechos acontecidos posterior al 2 de octubre y valoró el diálogo nacional por la unión y la reconciliación que fue convocado con todos los sectores de la sociedad que permitirán tener un nuevo acuerdo.:
“Hoy mismo, en este preciso momento, se están reuniendo nuevamente en Bogotá, el expresidente Uribe y delegados de su partido con los negociadores del Gobierno. Hice venir específicamente de La Habana al jefe negociador Humberto de La Calle y al comisionado de paz Sergio Jaramillo, a esta reunión y les di instrucciones de que no se pararan de la mesa hasta no evacuar todos los puntos”.
Santos volvió a enfatizar en la necesidad en que el nuevo acuerdo se concrete rápido porque “El tiempo conspira contra el proceso y el cese al fuego pactado es muy frágil”.
