La prohibición del ingreso de comida de los familiares a los presos y un operativo de rutina desencadenó este domingo una situación de seguridad en el Comando de Bello que requirió la intervención de las autoridades con presencia de la Defensoría del municipio.
Todo comenzó, según contó Jorge Carmona, veedor ciudadano del sistema penitenciario, cuando las autoridades se dispusieron a realizar un procedimiento de rutina en busca de elementos prohibidos, algo rutinario, pero que causó molestia entre los detenidos porque, según señalaron ellos y sus familiares, los funcionarios no contaban con los elementos ni las medidas de protección requeridos para mitigar riesgos de posibles contagios por covid-19.
Adicional a esto se sumó que los familiares, en su día de visita, no lograron ingresar alimentos caseros pues las autoridades no lo están permitiendo en este momento, precisamente como una de las medidas en medio de la emergencia sanitaria, ante lo cual los detenidos deben alimentarse con la comida que les proveen al interior.
Puede leer: Lo que se sabe de los brotes de covid-19 en estaciones de Policía y Cuarta Brigada
Esto estuvo a punto de causar un amotinamiento al interior, al tiempo que los familiares pedían que les permitieran ingresar alimentos y así calmar los ánimos de estas personas privadas de la libertad.
En el procedimiento se hallaron seis celulares, armas blancas de fabricación artesanal y estupefacientes.
Dice Carmona que esta situación se ha tornado recurrente en las estaciones de Policía. “Se suman el malestar por el tema de hacinamiento, por el covid-19, por los traslados que han venido haciendo de personas de una estación a otra, por la prohibición de comida casera a los privados de la libertad, toda esta sumatoria termina siendo responsabilidad de la administración de Medellín que no tiene una cárcel municipal para sindicados”.
La estación de Policía de Bello tiene una capacidad para menos 6 detenidos pero tiene que albergar regularmente hasta medio centenar de personas en sus instalaciones.
