Ante el estrado del Juzgado Cuarto Penal Municipal Ambulante de Antioquia, 19 integrantes de la banda “la Raya” aceptaron los cargos por concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes que les imputó un fiscal de la Dirección contra el Crimen Organizado.
Este grupo hace parte de las 26 personas capturadas la semana pasada por la Policía Metropolitana, en la llamada Operación Zafiro, que golpeó el negocio de las drogas ilícitas en el sur de Medellín e Itagüí.
Dentro de los arrestados hubo siete policías activos, que según el informe de la institución policial “omitían sus funciones constitucionales a cambio de dádivas, al igual que se encuentran comprometidos en casos relacionadas con extorsiones a ciudadanos extranjeros”.
Se trata del subintendente Iván Yesid Ávila Gómez y de los patrulleros Antonio Enrique Castro Ramírez, César Darío Higuita, Diego Armando Adarme Díaz, Jhonatan Núñez Cortés, Sebastián Hincapié Cano y Yeison Kinn Viloria Martínez, quienen fueron suspendidos de sus cargos. Tendrán que responder por prevaricato por omisión, falsedad en documento público, cohecho y concusión.
La Fiscalía informó que después de las audiencias de control de garantías, 18 de los 26 capturados fueron enviados a la cárcel, mientras que los otros siete recibieron el beneficio de detención domiciliaria por alegar problemas de salud. Entre los encarcelados está el supuesto líder del grupo, Santiago Galeano Zapata, alias “Santi”.
La banda “la Raya” se dedica al tráfico de drogas, extorsiones, sicariato, desplazamientos forzados, amenazas y demás conductas criminales. Sus sitios de influencia son los barrios Cristo Rey, La Colina, La Colinita, El Bolo, Campo Amor y el sector La Raya de Guayabal, en Medellín; en Itaguí, operan en el barrio San Fernando y los alrededores de la Central Mayorista de Antioquia.
En los últimos años extendieron sus redes a El Poblado, estableciendo puntos de distribución de droga en sitios de rumba y turismo, como el Parque Lleras y Barrio Colombia. De acuerdo con el expediente, esto les generaba ganancias semanales de $15 millones por la venta de basuco, y $8 millones por el expendio de marihuana.
La Operación Zafiro golpeó la parte baja de la estructura, pues los máximos líderes de “la Raya” continúan en las calles: alias “el Burro”, “Monopepe” y “Pablo Raya”. La agrupación está asociada a la confederación ilegal de la “Odín la Unión” (Organización Delincuencial Integrada al Narcotráfico), lo que le permite sostener alianzas con facciones de Belén y otros municipios del sur del Valle de Aburrá.