Las autoridades realizaron una jornada integral de atención a la comunidad en el municipio de San Pedro del Urabá antioqueño.
En ella, se orientó y atendió a las víctimas de la denominada ‘Casa Castaño’ y de otras estructuras ligadas a las extintas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.
En el encuentro se atendieron a 193 víctimas a las que les practicaron entrevistas y tomaron muestras biológicas con el propósito de avanzar en los procesos de identificación de sus familiares desaparecidos.
Durante la jornada también se realizaron ceremonias de entrega digna de los restos de un agricultor de 42 años que fue llevado en contra de su voluntad por hombres armados que ingresaron a su vivienda la noche del 18 de mayo de 1994. Esta persona fue localizada en una fosa ubicada en el corregimiento El Tomate, en San Pedro de Urabá.
Otros restos que fueron entregados correspondían a un hombre de 48 años que fue interceptado por miembros del Bloque Bananero mientras se dirigía a la vereda Peñitas, en Chigorodó. Los paramilitares lo asesinaron y dejaron el cuerpo abandonado. Posteriormente, el presidente de la Junta de Acción Comunal del sector lo recogió y lo inhumó en un predio.
En la actividad también se entregó al Fondo para la Reparación a las Víctimas cuatro inmuebles ubicados en zona rural de San Pedro de Urabá, que harían parte del patrimonio ilícito obtenido por integrantes de las ACCU y que ascenderían a los $3.000 millones.
Entre las propiedades hay tres que conforman un globo de terreno en el corregimiento El Tomate. Los bienes figuraban a nombre de terceros que se habrían prestado para ocultar los recursos ilícitos de la Casa Castaño; de Jesús Ignacio Roldan Pérez, alias Monoleche; y de la Fundaciónpara la Paz de Córdoba Funpazcord.
La jornada integral de atención contó con la participación de la Gobernación de Antioquia, entidades municipales, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, la Policía, el Ejército y la Fiscalía General.
San Pedro de Urabá fue escenario de homicidios, desplazamientos forzados, casos de desaparición y de violencia basada de generó, entre otras conductas delictivas perpetradas por los paramilitares en el periodo comprendido entre 1996 y 2002.