A Iván Forgioni y José Puentes, dos egresados y profesores de la Universidad Nacional sede Medellín, les encargaron visitar una escuela ubicada en Carmen de Bolívar, departamento de Bolívar, y verificar cómo se podía mejorar la estructura.
Habían confiado en ellos y en su firma de arquitectos FP porque sus trabajos ya eran reconocidos en Bogotá y habían logrado con éxito otros proyectos educativos con dineros públicos como dos colegios, tres jardines infantiles y un equipamiento para adultos mayores y habitantes de calle.
Cuando llegaron a la vereda El Hobo, ubicada a unos 40 minutos del casco urbano, se encontraron con un panorama inesperado. “Los estudiantes ya no veían clase dentro de las aulas, temían que la estructura se les viniera encima. Estaba llena de grietas y descuidada”, relató Puentes.
Remodelarla, como les habían indicado, ya no era una opción viable. Entonces le propusieron a la Fundación Argos, que era la donadora del proyecto, una opción más costosa y con más trabajo, pero más sensata: construir una nueva escuela. Argos aceptó.
Ahí empezó la construcción de la escuela en la vereda El Hobo que les permitió ser nominados al premio del portal ArchDaily, de los más importantes en el gremio de la arquitectura.