San Antonio de Prado despertó con agua y lodo hasta las rodillas

Lluvias causaron emergencias en nueve sectores del corregimiento. 45 familias fueron afectadas

Los cauces de La Manguala y La Chorrera no superan los dos metros. Aún así, con las lluvias fueron capaces de dañar un puente y afectar 17 casas de Palo Blanco. FOTO Julio César Herrera
La casa de doña María quedó afectada por la fuerza de las aguas. FOTO: Julio César Herrera.
17 familias de Palo Blanco fueron afectadas por las inundaciones generadas por la quebrada La Chorrera y La Manguala. FOTO: Julio César Herrera.

Entre las voces de sus vecinos y los sonidos de un máquina que recoge el lodo, doña Gloria Díaz revisa con calma las matas de su casa. Y aunque su gesto pareciera de indiferencia ante la tragedia del sector Palo Blanco de San Antonio de Prado, realmente refleja el asombro de saberse viva de milagro, pues por menos de tres metros su casa se salvó de la inundación que dejó a sus vecinos entre el pantano.

“Vivo sola y no me di cuenta a tiempo de lo que pasaba. Al señor del lado sí se le entró el agua y si a mí me hubiera pasado lo mismo, solo lo habría visto cuando era muy tarde. De milagro me salvé”, apuntó.

Según el Cuerpo de Bomberos de Medellín, las lluvias de la noche del miércoles dejaron afectaciones en nueve sectores del corregimiento de San Antonio de Prado por donde pasan las quebradas La Chorrera, La Manguala y La María.

El reporte oficial indicó que las emergencias se presentaron en los sectores de Palo Blanco y El Limonar así como las veredas Santa Rita, Potreritos, Las Playas, El Chispero, María Auxiliadora, La Manguala y la vía Cañadita. En total fueron 45 las viviendas afectadas de forma parcial y tres colapsadas. La borrasca también dañó un puente que dejó incomunicados a los habitantes del sector La Florida y a los alumnos del colegio San José Obrero.

“Lo material se recupera”

Palo Blanco fue el punto donde más se sintió la furia de la naturaleza, pues varias casas quedaron inundadas. Una de ellas fue la de doña María Hernández a quien después de 14 años las frías aguas de La Chorrera se le volvieron a meter a su humilde vivienda.

Sin embargo, esta vez el agua anegó las dos plantas de la estructura y arrastró todo lo que poseía la familia de doña María. “A las 9:00 p.m. comenzó la inundación. Mi esposo y yo empezamos a sacar el agua pero entre más rato pasaba, más entraba. Aún así seguimos hasta que nos dimos cuenta que el pantano nos llegaba a la cadera y que hasta las camas y la nevera flotaban. Ahí me paralicé del susto hasta que la gente vino a ayudarnos, porque mis vecinos son muy queridos”.

La casa de doña María quedó afectada por la fuerza de las aguas. FOTO: Julio César Herrera.

Doña María, así como su nuera Geraldine, dijeron que hasta casi el medio día de ayer no habían recibido las ayudas que los organismos de socorro les habían prometido cuando las censaron. “Vinieron y tomaron fotos, nos preguntaron que si estamos bien y nos dijeron tal vez nos vayan a reubicar, pero hasta ahora nada en concreto y eso que en 2006 nos prometieron lo mismo”, apuntaron. Por fortuna, luego doña María recibió varios kits de aseo y alimentación así como colchonetas y frazadas.

Pese a todas las afugias, aún así doña María se alegra de que al menos ella y sus cinco familiares están bien de salud. “Hasta mis zapatos se los llevó el agua, pero a mi no me importa lo material, lo que me importa es que estamos bien. Así y todo, yo estoy feliz porque al menos la casa no se me vino encima. Lo material se recupera pero la salud y la vida no”, agregó entre sollozos.

¿Estaban avisados?

Para el líder comunal John Byron Muñetón, como la emergencia de Santa Rita el pasado 13 de julio, lo de Palo Blanco estaba avisado pero desatendido.

“Como líderes comunales, desde hace unos seis meses hemos solicitado al Dagrd que se atienda con urgencia lo que viene pasando por Palo Blanco, La Florida y El Vergel donde hay urbanismo casi que sobre las riveras de los ríos y una mala disposición de residuos. Pero (en la Alcaldía) nos dijeron que no hay plata por la Ley de Garantías para atender esto, ¿pero las elecciones no acabaron hace rato?”, se preguntó.

17 familias de Palo Blanco fueron afectadas por las inundaciones generadas por la quebrada La Chorrera y La Manguala. FOTO: Julio César Herrera.

Consultado sobre este tema en el sitio, el corregidor John Arango confirmó las quejas de Muñetón. Eso sí, dijo que él ha informado de todas las quejas de la comunidad a la Alcaldía, las cuales aseguró que han sido atendidas. “La administración ha hecho las evaluaciones técnicas en los casos puntuales”, añadió.

Sin embargo, cuando EL COLOMBIANO le preguntó si recordaba las fechas de las atenciones hechas por la administración, Arango indicó que “debía revisar el tema con Muñetón” para determinarlas.

“No hay más maquinaria”

Para acabar de ajustar, algunos obreros de Obras Públicas indicaron a este diario que si bien en la zona había cuatro volquetas, un bulldozer y un minicargador, lo enviado no sería suficiente para atender la emergencia. Sin embargo, tampoco habría más máquinas para enviar pues dijeron que más de la mitad de la maquinaria amarilla estaba varada en el patio.

“Hoy apenas hay cinco volquetas para todo Medellín. Si llega a haber otra emergencia no habría con qué atenderla”, apuntó uno de los auxiliares quien alegó que los desperfectos que sacan a la maquinaria de circulación son mínimos, pero la papelería para gestionarlos ante la Alcaldía es abrumadora.

Y mientras en La Alpujarra se prometen acciones contra el cambio climático, en San Antonio de Prado varios proyectos de vivienda regular e irregular se siguen agolpando en sus laderas y cada vez más cerca de las quebradas, a la vista de todos.