Se está haciendo tan compleja la situación en algunas unidades hospitalarias de primer y segundo nivel de Metrosalud, en Medellín, que los pacientes de urgencias permanecen hospitalizados varios días en camillas.
La congestión en las salas de urgencias de esta empresa pública de la ciudad se ha agravado con el cierre de las clínicas Esimed, algunas de Coomeva y servicios de la IPS Universitaria. Por eso sus directivas decidieron disponer de 32 camas, unas nuevas y otras que estaban guardadas por falta de personal para operarlas, y realizar contratación, por medio de una entidad, de enfermeras y auxiliares.
Según el gerente de Metrosalud, Leopoldo Giraldo, los nuevos cupos estarán en servicio desde este viernes y aclaró que se distribuirán por la ciudad, aunque la mayor parte estarán en San Cristóbal.
“La demanda de camas es grande y la ocupación está al tope, incluso subió del 80 % al 87 %”, apuntó y añadió que las unidades más complejas son Belén y Manrique, donde hay mayor presión por ocupación, y porque obstetricia amerita muchas atenciones. Después está Castilla y Santa Cruz y por problemas sociales, San Javier.
El directivo agregó que Belén (unidad hospitalaria) ha estado con 40 pacientes hospitalizados en urgencias. Anotó que para operar las camas contrataron un sindicato del gremio, Fensalud, para que ponga el recurso humano.
“Lo hacemos así, porque cuando nosotros ordenamos por prestación de servicios para que la gente cumpla es un riesgo. El sindicato asume las prestaciones, nosotros les pagamos y tenemos menos riesgo de demandas”.
Giraldo indicó que Metrosalud pone los médicos y especialistas y ellos, Fensalud, el personal de enfermería, “al menos para una unidad, la de San Cristóbal, porque allí teníamos 20 camas y abrimos 15 más”.
“Allá pusimos únicamente las personas del sindicato, pues a quienes atendían esas 20 camas nos las llevamos a otros lugares para no revolverlos”, estableció.