En el tanque, más biodiésel y menos Acpm

Productores enviarían a Medellín más de este combustible de aceite de palma para mejorar la mezcla con el Acpm.

Los biocombustibles son mejoradores de los fósiles; es decir, son oxigenantes, lubricantes y reducen más del 74% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en la atmósfera. FOTO jaime pérez

En pro de mejorar la calidad del aire en Medellín y demás municipios del Valle de Aburrá, ayudar a superar la crisis ambiental y pensando en soluciones para el mediano y largo plazo, los asociados a la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia (Fedebiocombustibles) calculan que en menos de un mes podrían llevar a Medellín todo el biodiésel de palma necesario para aumentar la mezcla del 10 % al 20 %, lo que ayudaría a disminuir el material particulado y los gases efecto invernadero que quedan en la atmósfera.

Las tractomulas, camiones, volquetas y buses son las fuentes móviles que más contaminan. El combustible que utilizan estos vehículos en Medellín y el resto del país, con excepción de Bogotá y su área de influencia, es una mezcla de 10 % biodiésel de palma de aceite y 90 % de petrodiésel, conocido en el país como Aceite Combustible Para Motores (Acpm).

“Nosotros tenemos disponible la materia prima necesaria para las plantas productoras y la capacidad industrial para alcanzar una mezcla con biodiésel de más del 30 % en todo el territorio nacional. Las refinerías tienen la capacidad de generar unas 900.000 toneladas de biodiésel al año; sin embargo, actualmente solo producimos 500.000 toneladas”, le dijo a EL COLOMBIANO Jorge Bendeck Olivella, presidente ejecutivo de FedeBiocombustibles

Aunque, por política gubernamental, los vehículos deberían funcionar hoy con una mezcla, mínimo, de 15 % de biodiésel de palma y 85 % Acpm; según los cálculos de Fedebicombustibles, el promedio de mezcla en Colombia es de 9,2 %.

Pruebas exitosas

“Está demostrado que una mezcla hasta del 50 % no genera ningún problema o la necesidad de cambiar partes en los motores. Hace cinco años, se hizo una prueba de más de un millón de kilómetros de recorrido con 12 buses articulados de Transmilenio (Bogotá), durante casi 18 meses. Dos buses circularon con una mezcla de 10 % de biodiésel de palma, dos con una mezcla del 20 %, dos con 30 % y el resto con una mezcla de 50 % biodiésel de palma y 50 % Acpm. Se realizó una auditoría técnica rigurosa y ninguno presentó disminución en el desempeño de los motores o daños en su partes”, contó Bendeck Olivella.

Lo que sí se probó, asegura el dirigente gremial, fue la reducción del material particulado y del azufre que se expulsa después de la combustión de la mezcla.

Igualmente, la empresa Coordinadora recorrió 800.000 kilómetros con camiones que tenían una mezcla de 20 % biodiésel y 80 % Acpm, en diferentes ciudades del país (Bogotá, Medellín, Barranquilla), y no reportaron ninguna falla; por el contrario, el rendimiento de los vehículos fue más que óptimo, dijo Bendeck Olivella.

Ciudades que respiran

En Colombia, el programa “Ciudades que respiran” está identificando cuáles son los proyectos que están en curso o en vía de formulación, para que, con recursos públicos y privados, se puedan ejecutar conjuntamente y generar un mayor impacto para mejorar la calidad del aire en el mediano y el largo plazo. Con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, máxima autoridad ambiental y de transporte de la región, ya se firmó un pacto de voluntades.

“Vamos a cambiar estructuras que nos permitan reducir o minimizar las emisiones del sector transporte. Coincidimos en que la solución más rápida, sin tener que cambiar el parque automotor, es la de aumentar la mezcla de biodiésel”, manifestó Carlos Alberto Mateus, promotor nacional del programa “Ciudades que respiran”.

Un ejemplo o caso de éxito que se podría traer a Medellín y a las distintas metrópolis de Colombia es el programa “Clean Cities” (ciudades limpias en inglés) de Estados Unidos. Esta iniciativa consiste invitar a flotas de vehículos a comprometerse a mejorar sus emisiones. Actualmente, más de 15.000 empresas participan en el proyecto.

En Estados Unidos también existe el Club 20, un compromiso empresarial para replicar, de manera voluntaria, buenas prácticas en el uso de mezclas del 20 % o más de combustibles alternativos menos contaminantes.

En Antioquia ya hay empresas con grandes flotas de vehículos, como Argos y Coordinadora, que están comprometidas a ampliar sus metas para reducir sus emisiones en el Valle de Aburrá.