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A jonathan lo sorprendió el agua mientras dormía. Como tenía el televisor y el equipo de sonido encendidos no dimensionó el aguacero que caía. Cuando se enteró, fue demasiado tarde.
Se levantó cuando el agua entraba por debajo de la puerta. Con ingenuidad, tomó una escoba y, dando golpecitos, empezó a echar el agua para afuera. Pero la lluvia era más fuerte. El nivel del agua comenzó a subir muy rápido. Entonces, desesperado, intentó abrir la puerta para salvarse: pensó que se iba a ahogar.
Pero era tal la fuerza del agua que abrir la puerta le fue imposible. Con más de la mitad del cuerpo sumergido, se movió como pudo hasta una ventana y logró salir de la casa. Solo unos segundos después, el estruendo de un muro cayéndose lo ensordeció. Jonathan se salvó de milagro, pero su casa no.
La historia de Jonathan representa lo que muchos han vivido este año en Medellín y Antioquia. Se suponía que a mediados de julio habría una transición de la primera temporada de lluvias a una más seca en la que iba a continuar lloviendo, pero con mucha menos intensidad. Sin embargo, ha pasado lo contrario.
El último suceso en el Valle de Aburrá es el que vivió Jonathan en el sector El Tapón, en Bello. Las lluvias no dieron tregua durante la noche del viernes y la madrugada del sábado, cuando muchos celebraban los primeros eventos de la Feria de las Flores.
La quebrada La García se desbordó y todo El Tapón quedó bajo el agua. Solo con la caída del sol fue posible dimensionar los daños: muros derribados, motos enterradas, palos atravesados, un Mercedes Benz echado a perder.
Juan David López, un vecino de Jonathan, cuenta que perdió casi todo: “Prácticamente me quedó lo que tengo puesto. El agua nos subió como un metro y medio dentro de la casa. Si no hubiéramos salido, no estaríamos contando la historia”.
Óscar Andrés Pérez, alcalde de Bello, comentó ayer que los organismos de gestión del riesgo reaccionaron desde la madrugada para llevar ayuda a los damnificados. Además de El Tapón, en Bello hubo daños en Playa Rica, Panamericano y El Cairo. Ayer se hizo un censo para entregar ayuda a los afectados. El proceso se adelantaba de la mano con el Dagran.
“Invitamos a la ciudadanía a que hagan los desalojos correspondientes. Nosotros los vamos a estar acompañando con los subsidios y, ante todo, preservando la vida de los ciudadanos”, dijo el alcalde.
La creciente súbita inundó a cerca de 150 viviendas de los sectores El Cairo y Playa Rica, de las cuales 66 fueron evacuadas de forma definitiva y cuatro de manera preventiva. La Alcaldía indicó que la cifra de damnificados puede aumentar en la medida que se hagan las caracterizaciones.
No solo en Bello
Aunque Bello fue el que más llevó del bulto, las lluvias del viernes y el sábado azotaron de sur a norte el Valle de Aburrá. En Medellín, por ejemplo, el Dagrd atendió 17 emergencias asociadas con las precipitaciones. Hubo de todo: desplome de árboles, crecientes súbitas y movimientos en masa. La comuna 13, la 5 y el corregimiento de Santa Elena fueron los sectores más afectados.
En el barrio Eduardo Santos, de la comuna 13, hubo un deslizamiento que dejó a dos personas heridas. Del otro lado del valle, en la vía que va hacia Santa Elena, cayó un derrumbe que dejó cerrada la carretera durante varias horas.
Envigado tampoco se salvó de los daños. En la tarde de ayer, el alcalde Braulio Espinosa comunicó que el municipio se declaró en alerta roja por las lluvias de los últimos días. Y es que el viernes, pasadas las 8:00 de la noche, un deslizamiento de tierra sepultó una calle y llegó hasta las viviendas del sector El Salado. En un impactante video se ve cómo cae la tierra con fuerza, llevándose árboles por delante. Aunque todo el material fue removido, ayer se volvió a desprender tierra.
Un hueco monumental
Por si fuera poco, ayer se abrió un hueco enorme en plena avenida Regional. No es la primera vez que pasa algo así esta semana, pues en la loma de El Campestre se abrió un hueco similar, aunque este no tuvo que ver con las lluvias, sino que fue producto del rompimiento de un tubo.
El inmenso cráter que se abrió en la mañana de este sábado en la vía poco antes de llegar al puente Horacio Toro (cerca a la Plaza Minorista) obligó al cierre de la avenida Regional por parte de las autoridades de control de riesgo de Medellín.
El boquete es de tal tamaño, que alcanza a cubrir un carril de la calzada oriental de la importante vía, que comunica Medellín con el norte del Valle de Aburrá.
Por el tamaño, la dimensión y la profundidad del hueco todo indica que la solución demorará. Las autoridades no han revelado el tiempo que se invertirá en reparar la vía para reabrir paso, por lo que se vaticina que habrá congestiones vehiculares en este sector de la ciudad, donde de por sí habitualmente se presentan tacos por el alto flujo vehicular.
La Secretaría de Infraestructura de la Alcaldía llegó al sitio a evaluar el caso y así definir la duración del cierre.
Lo más preocupante es que las lluvias, como todo lo indica, continuarán. Medellín y Antioquia pueden vivir de nuevo amaneceres tan amargos como el de ayer .n
Comunicador Social-Periodista de la UPB. Redactor del Área Metro de El Colombiano.