Un fallo en primera instancia tiene contra las cuerdas al polémico proyecto Yúniko Cottage & Lake, que pretende construir 233 unidades hoteleras en la vereda El Morro, de El Peñol. El Juzgado 24 Administrativo Oral de Medellín declaró la nulidad de su licencia de parcelación, dándole la razón a los demandantes de varias irregularidades en el proceso. Si bien hay derecho a apelar y a una segunda instancia, por ahora Yuniko está en el aire y sus clientes se sienten a la deriva.
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EL COLOMBIANO conoció el caso de un inversionista que estuvo en Semana Santa en El Peñol y que, pese al fallo del tribunal, no recibió respuesta alguna de parte de los desarrolladores del proyecto. “No han dicho una palabra, ni siquiera un comunicado sobre qué pasará”, dijo esta persona, prevenida de hacer pública su queja.
Y es que, pese al fallo, Yúniko sigue en venta. El lunes nos comunicamos por el Whatsapp en el que se venden las participaciones en el proyecto. Un asesor envió las fotos del lote —hoy en el centro de la polémica— y aseguró que sigue en venta. Es como si nada hubiera pasado.
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Pero lo cierto es que Yúniko ha sido cuestionado desde el primer momento. Los habitantes de El Morro dicen que no se oponen al desarrollo, pero que no entienden cómo se aprobó la parcelación para la construcción de 233 unidades en un lote de apenas 7,8 hectáreas.
Esa vereda ya ha visto cómo sus alrededores se llenaron de fincas lujosas en las que hacen ruidosas y extravagantes fiestas, en las que se cometen actos de exhibicionismo. Pero el asunto de fondo, y al que da razón el fallo, tiene que ver con inconsistencias en el proceso de licenciamiento.
Quizá el más grave es la falta de disponibilidad de servicios públicos. Los responsables del proyecto, dice el fallo, no adjuntaron esta información en el trámite de la licencia. “No se suministraron los Planes Técnicos de sostenibilidad, beneficios y desarrollo de la zona, certificación de disponibilidad para la prestación de los servicios públicos, plan de vertimientos de aguas residuales ni el permiso por parte de Cornare, ni se indicaron las obligaciones urbanísticas, viales y cesión de fajas”, dice el fallo.
Durante el proceso jurídico, quedó constatado en el documento, los promotores se opusieron a los argumentos de la demanda y aseguraron que después de la licencia adquirieron el permiso de vertimiento y de concesión de aguas. Según el demandado, haber obtenido este permiso de manera tardía no representa una vulneración del ordenamiento jurídico, como adujeron los demandantes. El Juzgado no compró este argumento y lo incluyó dentro de las causas para revocar la licencia.
Ignacio Suescún, el gerente general de la empresa del proyecto, aclaró en su momento que Yúniko cuenta con permiso de vertimiento desde el 14 de diciembre de 2020 y con concesión de aguas desde el 15 de diciembre de 2021, pero la licencia fue otorgada en 2019.
Mateo Duque, abogado apoderado de los demandantes, recordó que otra de las quejas tiene que ver con la normativa bajo la cual se otorgó el licenciamiento. La Alcaldía dio el permiso bajo la reglamentación del Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT) de 2005, pero seis días antes se había aprobado un nuevo EOT. Debía hacerse con el recién aprobado, argumentaron los demandantes.
Ese argumento fue otro de los que expuso el Juzgado para revocar la licencia.
De fondo, las personas que han creído en el proyecto, como el caso que se mencionó al comienzo de esta nota, están a la deriva. Pese a que hace cuatro años está la licencia, en el lote solo se ha movido tierra de un lado para otro. Las habitaciones con lujo y acabados y los jacuzzis prometidos en la página web son, por ahora, la mera promesa de venta.
Responden los dueños
Suescún, el gerente general, respondió a las dudas sobre el fallo. Dijo que se sienten tranquilos frente a la decisión judicial y que entienden las dudas de la comunidad.
“El 13 de marzo de este año recibimos el visto bueno ambiental de Cornare, por eso estamos tranquilos (...) Estamos ajustados a la ley ambiental y dentro del Distrito Regional de Manejo Integrado Embalse Peñol Guatapé, el primer proyecto hotelero en lograrlo”, dijo Suescún.
La noticia es que van a apelar el fallo judicial, que ahora irá al Tribunal Administrativo de Antioquia y que puede tardar hasta otro año para tener una decisión de fondo.
Según el gerente, la comunicación con los inversionistas es “fluida” y se les ha informado sobre cada requerimiento. Como el proyecto está a medio vender, hoy son unas 100 personas a las que les deben responder. “Con ellos hay una relación de confianza y transparencia (...) Este es un proyecto que contribuirá a reducir la huella de carbono”, concluyó Suescún, seguro de que el proyecto saldrá adelante.
Desorden absoluto
Además de las cuestiones de procedimiento y de forma que derivaron en el fallo, los vecinos del proyecto cuestionan sus dimensiones. “Sabemos de otros proyectos con dimensiones mucho más respetuosas. Una cosa tan grande, en una zona rural, no es viable. Si son 233 apartamentos, ¿cuántas motos acuáticas van a utilizar esas personas? En la represa cada rato hay accidentes por eso, ¿dónde vamos a meter esa cantidad de gente, quién la va a controlar?”, cuestionó un habitante de El Morro que prefirió que su nombre no se revelara.
El fin de semana pasado, precisamente, cuatro personas quedaron heridas en el choque de dos de estas motos acuáticas. La llegada de más turistas ha dificultado el control sobre la represa, un cuerpo de agua de 76.000 hectáreas muy complejo de escrutar