Tras el derrumbe de una casa de tres pisos, que destruyó otras dos y dejó un par más prácticamente inhabitables, en el sector El Congolo de Bello, la administración municipal llevó a cabo una visita para evaluar el riesgo que puedan tener otras viviendas de la zona.
En total fueron evacuadas 20 personas luego de la caída de la edificación la madrugada del pasado domingo, en un hecho que no dejó ninguna víctima.
Según Jorge Aguirre, coordinador técnico de la Oficina de Gestión de Riesgo local, solo en la misma margen de la quebrada La García, donde ocurrió la emergencia, habrían 50 casas que también hacen parte de una zona de alto riesgo.
Jaime Correa, subsecretario de Gobierno de Bello, informó que todas las familias que tuvieron que salir de sus hogares están autoalbergadas y reciben ayudas, como kits de aseos, durante estos días.
Indicó que el proceso no va a ser fácil, porque si bien estas familias habitaban de manera ilegal los predios aledaños a la quebrada, lo hacían desde hace más de cinco años, al igual que la mayoría de los vecinos, por lo cual para destruir la invasión y prevenir nuevos accidentes, primero habría que reubicar a todos los residentes de esa área.
“La zona ya había sido intervenida, censamos a la población afectada y nos dimos cuenta que una persona tenía el beneficio de una vivienda de interés prioritario y había vendido esa casa para volver a El Congolo”, señaló Correa.
La Alcaldía de Bello, con el apoyo del Área Metropolitana, reforzó las riberas de La García en 2015; sin embargo, precisaron que en este caso particular el colapso no ocurrió por inestabilidad del terreno, sino por el método artesanal y sin permisos o avales técnicos con que se construyeron las viviendas.
Aguirre reveló que el año pasado habían hecho tres visitas en toda el área de invasiones aledañas a la quebrada, y es común que se presenten daños en muros de las casas vecinas cada vez que hacen ampliaciones en otras.
“Como ya tenemos identificados a los afectados, además de las ayudas que ya estamos brindando, después de un proceso se determinará quiénes requieren un subsidio temporal de arrendamiento”, informó Correa.
Raúl Vega, quien vivía con su esposa y tres hijos en el segundo piso de la casa que colapsó, expresó que no tiene certeza de lo que pasará, pero agradeció a sus vecinos que le dieron hospedaje tras lo ocurrido y a la alcaldía por las ayudas.
Llevaba 15 años viviendo allí y manifestó que compró el predio desconociendo que estaba en una zona de alto riesgo.
“La familia que vivía en el tercer piso estaba en vacaciones, apenas ayer se enteraron de que su casa desapareció. Por mi parte, afrontaré esta adversidad con la frente en alto”, dijo Vega.