Los bocachicos, que por esta época del año les llenaba los bolsillos a los pescadores del Magdalena Medio, gracias a la subienda, está a punto de pasar a la historia económica de esa región del país.
Rodrigo Antonio Morales, presidente de la Asociación de Pescadores de Puerto Berrío y líder de la Federación Colombiana de Pescadores, aseguró que en los últimos años la pesca del bocachico en el río Magdalena ha caído en un 75 por ciento.
Dijo que esto se debe en un 90 por ciento a la desaparición de las ciénagas que servían de criaderos de esta especie.
A esta situación se sumó la llegada al Magdalena de especies foráneas muy voraces como las cachamas y el pez basa, debido al desbordamiento que tuvo el río en la temporada invernal del 2010 al 2012 que arrasó con numerosos estanques de cultivos de estas especies que se están reproduciendo con gran velocidad en sus aguas.
Especificó que en el Magdalena Medio Antioqueño, que comprende los municipios de Puerto Berrío, Puerto Nare, Puerto Triunfo y Yondó, más de 4.500 familias viven de la pesca, en especial del bocachico que es una especie emblemática de el llamado río de patria.
Recordó que llevan más de dos años sin que se produzca la subienda que se registra a en los primeros tres meses del año.
El dirigente advirtió que otras especies endémicas del Magdalena como el bagre rayado, la dorada y la doncella también están a punto de desaparecer.
“En estos días de diciembre, inicio de subienda, uno por una faena pescaba cien libras y hoy difícilmente se llega a las 25 libras y de tallas muy pequeñas”, se lamentó.
Planteó como una posible solución diseñar, entre las corporaciones autónomas y el Gobierno Nacional un plan pesquero ambiental para el río Magdalena.
La directora del la estación biológica el Silencio de la Ciénaga de Barbacoas, Catalina Giraldo, dijo que según los pescadores desde mediados del año han detectando la presencia del pez proveniente de Asia, basa, que es muy voraz y amenaza las especias autóctonas.
Julio César Marín dijo que hay otro pez que le introdujeron al Magdalena más carnívoro que las pirañas y es muy parecido al pirarucú del Amazonas, con escamas como las de una moneda vieja de 50 centavos, y apareció luego de las crecientes de 2010-2011 el cual es tan grande y agresivo que puede atacar una canoa.