En la regiones se completó la primera noche del paro armado que anunciaron los ilegales del Clan del Golfo tras la extradición de su cabecilla alias Otoniel. Los coletazos de esta acción violenta se sienten en 30 municipios de Antioquia. En la últimas horas se reportan desde hostigamientos contra la fuerza pública hasta un hospital cerrado.
Así transcurrió la primera noche del paro armado en Antioquia.
En el Urabá
En horas de la noche de este 5 de mayo los habitantes de los barrios Alfonso López, Policarpa y La Alborada de Apartadó escucharon disparos. Se sabe que uno de los ataque ocurrió contra uno de los CAI de ese municipio.
En medio de la incursión armada de los violentos, un policía resultó herido en el barrio Alfonso López de Apartadó, quien fue trasladado en ambulancia hasta el hospital municipal.
Por su parte en Chigorodó, el alcalde de ese municipio, Eleazer Arteaga, confirmó que en la noche armados atacaron la estación de Policía sin que resultaran heridos. El mandatario afirmó que en su jurisdicción se han incinerado 4 motocicletas y que todavía no han capturado a nadie.
La situación humanitaria también preocupa a los habitantes de Carepa. En ese municipio el Hospital dejó de prestar sus servicios.
“Desde la E.S.E Hospital Francisco Luis Jiménez Martínez, anunciamos a toda comunidad Carepense que nuestros servicios de consulta externa, protección especifica y detección temprana, dispensación de medicamentos y demás, serán suspendidos, debido a la situación de orden público”, indicó el hospital en un comunicado emitido en horas de la noche de este 5 de mayo.
Los funcionario del centro médico de Carepa añadieron que solo prestarán los servicios de urgencias y hospitalización.
En este punto el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, indicó que este jueves presentaron dificultades para trasladar a dos mujeres embarazadas desde El Bagre hasta Caucasia.
“Dos mujeres embarazadas estaban en proceso de parto, una de ellas con preeclampsia. Se les impidió que fueran llevadas a Caucasia, no pudimos desplazarlas con la Fuerza Aérea”, indicó el gobernador en Blu Radio.
Por su parte en San Pedro de Urabá, los habitantes afirman que el pueblo está sitiado. “No se puede salir a las calles y a todo el mundo lo mandaron para la casa”, le dijo a EL COLOMBIANO uno de los pobladores de ese municipio que prefirió guardar su nombre.
“Los trabajadores de las diferentes empresas del municipio están en sus casas, la comunidad está en medio de la incertidumbre porque no hay tiendas abiertas, los locales están cerrados. Mucha gente no alcanzó a mercar, posiblemente estén pasando hambre. Aquí la mayoría de la gente vive del día a día, entonces un paro de cuatro días los va a afectar bastante”, puntualizó el lugareño de San Pedro.