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Desplazamiento inminente del Bronx: ¿para dónde se irá ahora en el Centro?

La Alcaldía tiene un plazo de cuatro meses para limpiar el sector que hoy ocupa. Lo más probable es que el problema se traslade a otra zona.

  • El llamado Bronx está hoy en la carrera 54, Cúcuta, en pleno Centro. Se extiende hacia la calle La Paz. FOTO juan antonio sánchez
    El llamado Bronx está hoy en la carrera 54, Cúcuta, en pleno Centro. Se extiende hacia la calle La Paz. FOTO juan antonio sánchez
Desplazamiento inminente del Bronx: ¿para dónde se irá ahora en el Centro?
03 de junio de 2022
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El plazo es perentorio: cuatro meses. El temor, justificado: El Bronx, con su bullicio, sus riñas a machetazos, su eterno olor a bazuco, recalará en otro sitio de la ciudad. Ya ha pasado antes y todo apunta a que volverá a pasar.

El contexto, brevemente, es el siguiente. El Bronx no es un barrio, es más bien una masa de gente, difícil de cuantificar, que se ha movido por el Centro de Medellín. En 2018, la Alcaldía lo desmanteló. Hasta entonces se había ubicado en la avenida de Greiff. Con agentes del Esmad levantaron a los hombres del suelo y, con retroexcavadoras, tumbaron tres casas que fungían como expendio de drogas.

Pero el problema de fondo, la drogadicción, la violencia, el maltrato, continuó. Apenas se movió unas cuadras, hacia Cúcuta con La Paz.

Hace unas semanas, el Tribunal Administrativo de Antioquia emitió un fallo que exige al Estado, es decir, a la Alcaldía, al Icbf, a la Fiscalía, que desmantele el actual Bronx en cuatro meses. Pero esta vez no debe ser como en 2018, que solo se maquilló la fachada del problema. El tribunal pide una intervención completa, de fondo, que vaya a la raíz del asunto (ver recuadro).

Lograrlo, sin embargo, parece una quimera. Los vecinos del sector comentan que en 2018, cuando llegaron desplazados de la avenida De Greiff, podrían ser unos 500 o 600 habitantes de calle, y alegan que hoy son el doble o el triple. Sobre Cúcuta con La Paz, un vendedor de tinto, que lleva 12 años en el sector, lamentó que sus ventas se redujeron hasta el 10% de lo que eran antes de la llegada del Bronx. “Ahora son muchos más que antes. Esto no parece tener ninguna solución”, dijo el comerciante.

Según un estudio que la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia hizo para la Alcaldía en 2020, el 59% de los habitantes de calle de la ciudad se concentraban en la carrera Cúcuta, es decir, en el llamado Bronx. Con el fallo, el lugar tendrá que ser intervenido, pero el problema es muy complejo para solucionarlo en cuatro meses, creen los expertos en el asunto.

Lo más probable, dijo Jorge Mario Puerta, director de la corporación Corpocentro, es que el llamado Bronx se desplace unas cuadras: “Este es un problema de salud mental. Hay demanda y va a seguir habiendo oferta. Si bien está la orden de cuatro meses, con seguridad habrá intervenciones, extinción de dominio, pero todo se va a trasladar a otros territorios donde las bandas delincuenciales puedan actuar”.

La pregunta inevitable es hacia dónde se va a trasladar el Bronx. Las apuestas son varias. La primera, y la más probable, es que se vuelva a asentar a unas cuadras de donde hoy está, en el propio barrio Estación Villa. Detrás del expendio de drogas hay tres bandas. Lo más natural es que quieran preservar el negocio y es poco probable que den el brazo a torcer. Y, como dijo Puerta, seguirá habiendo demanda.

Otro fenómeno interesante es que el Bronx se ha ido desperdigando por el Centro. Durante la pandemia, parte del Parque Bolívar se vio sumida en sus dinámicas. La parte sur, frente al Teatro Lido, está hoy ocupada por habitantes de calle que fuman bazuco, huelen sacol y se divierten con juegos de azar. “Vemos con mucha preocupación esta expansión. Ahora es muy común verlos en cualquier barrio del Centro, haciendo mal uso de casi todo el territorio”, comentó Puerta.

Una mirada rápida

Hubert González compró un local comercial en Cúcuta con La Paz en junio de 2018, dos meses antes del operativo que desplazó al Bronx hasta ese lugar. Su suerte fue pésima, recuerda, pues con la aparición de los habitantes de calle se vio frustrada su idea de montar un hospedaje para estudiantes y trabajadores. “Era un sector obrero, sin microtráfico. Ahí hay ahora toda venta de drogas, de pastillas. El local está desocupado desde entonces”, relató el comerciante.

Ahora, con el fallo del tribunal, espera revertir el tiempo perdido. Pero teme, como los demás, que la “bola caliente” caiga en otro lado. “Sería muy triste que esto se traslade a otro lugar y afecte a otra comunidad como lleva afectándonos a nosotros hace cuatro años”, comentó.

Como dice Hubert, el microtráfico es el motor del Bronx. Basta con una corta pasada para escuchar pregones tan inverosímiles como “rocas, cripa, ruedas” o “clonazepán, la que te pone a explotar”. También ofrecen pastillas azules, rojas, a la vista de todo el mundo. Es común ver a hombres sacar cuchillos, estrellar ladrillos contra el suelo o desportillar un televisor viejo para sacarle algo que se pueda vender. En medio del barullo, por ejemplo, un hombre saca un machete y amenaza a un compañero, que solo atina a cubrirse con una caja de cartón.

El concejal Luis Bernardo Vélez, exsecretario de Inclusión Social y que participó en la creación de la política pública sobre habitantes de calle en Medellín, consideró que la pandemia agravó todo.

Desde entonces, aunadas la pobreza y violencia intrafamiliar, la población en situación de calle ha aumentado. “Lo que vemos es que hay más jóvenes consumiendo heroína y drogas fuertes. A eso se suma que la oferta institucional ha decrecido; ahora, estos jóvenes tienen menos oferta del Estado. Se perdió el rumbo de la política pública de habitantes de calle”, consideró el concejal Vélez.

Sea como fuere, lo que ahora preocupa es hacia dónde va a tornar el Bronx. El problema de los habitantes de calle no lo ha resuelto ni esta ni las administraciones anteriores. En vez de reducirse, parece un globo que se va hinchando y que todos esperan que no reviente

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meses es el plazo que tiene la institucionalidad para reparar los daños del Bronx.
Infográfico
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