Cuando unidades de guardacostas de la Armada de Colombia estaban haciendo una inspección de rutina a una embarcación artesanal, en el golfo de Urabá, encontraron paquetes rectangulares dentro de cajas de frutas y se dieron cuenta de que se trataba de estupefacientes camuflados.
El procedimiento terminó con la incautación de 1,4 toneladas de droga, distribuidas en 1.400 paquetes, en 88 cajas de frutas. Al parecer, según reportaron las autoridades, pertenecían al Clan del Golfo y podrían generar ganancias de 47 millones de dólares en el mercado ilegal internacional.
Las cajas fueron transportadas a la Estación de Guardacostas de Urabá, donde integrantes del CTI de la Fiscalía General de la Nación hicieron las pruebas que confirmaron que se trataba de clorhidrato de cocaína.
De acuerdo con las proyecciones que hacen los expertos de la Armada, este cargamento de droga podría haberse distribuido en 3.500.000 dosis que serían vendidas en distintos países.
La operación estuvo a cargo de unidades adscritas a la Fuerza Naval del Caribe y a la Fuerza de Tarea Contra el Narcotráfico No. 73 “Neptuno”, que mantienen acciones en contra del narcotráfico en la zona.
