Bomberos de Itagüí denuncian malas condiciones laborales y eso que hay plata

Entre 2020 y 2022 la entidad suscribió contratos con la Alcaldía y el Amva por $22.094 millones. Empleados de planta y voluntarios se quejan de las condiciones laborales.

El Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Itagüí es una entidad privada sin ánimo de lucro, con una planta de 40 personas y 110 voluntarios. FOTO carlos velásquez

El malestar arde en el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Itagüí porque muchos están cansados de las condiciones laborales y se preguntan por qué no mejoran a la par de la entrada de recursos económicos por cuenta de los contratos con la Alcaldía de ese municipio e, incluso, del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva), que solo entre 2020 y el transcurso de 2022 suman en total unos $22.094 millones.

Las quejas son variadas e incluyen falencias en la dotación, insuficiencia de uniformes, prendas muy antiguas que no se reemplazan, falta de trajes contra incendio y bajos salarios, entre otras. Esto, sin contar que el temor convive con los bomberos, de planta o voluntarios, que quieren alzar la voz, pero saben que si lo hacen pueden ser despedidos de un trabajo que necesitan o que los apasiona. EL COLOMBIANO recibió varias de estas denuncias y conversó con diversas fuentes que conocen la situación: todos coincidieron en las versiones.

Bomberos con las botas rotas, trajes contra incendios que si mucho sirven para hacer entrenamientos, carencia de uniformes completos para todos y voluntarios que deben comprar sus insumos si quieren prestar el servicio son algunas de las inconformidades que se escuchan en los pasillos de la entidad.

Allí hay una planta de 40 empleados y 110 voluntarios, muchos de los cuales ni siquiera cumplen las horas de servicio mensuales o, incluso se salen, porque no soportan que ni siquiera les “den un pantalón y una camisa”, según testimonios.

“Además de que los voluntarios percibimos cero recursos económicos, muchas veces no nos dan uniformes o equipos de protección personal y los tenemos que comprar con dinero propio, porque los que dispone la institución están en muy mal estado o no alcanzan para todos”, cuenta uno de los voluntarios y confirma versiones según las cuales entre trabajadores de planta hay también descontento porque ganan un salario mínimo mensual en una labor de alto riesgo.

Pero una de las situaciones que les pareció el colmo fue que a los empleados de planta, indicaron varias personas, les hicieron pagar un implemento para atender incendios que se extravió y que cuesta unos dos millones de pesos, lo cual interpretan como una injusticia.

Los contratos en dos años

En medio de las quejas, en el Cuerpo de Bomberos de Itagüí, una entidad privada sin ánimo de lucro, el “amo y señor” es Misael Cadavid Jaramillo, quien funge como comandante y representante legal, según el certificado de existencia y representación legal expedido ayer por la Secretaría de Gobierno, Paz y Noviolencia de Antioquia.

El segundo al mando es Elkin González Correa, su suplente, amigo y mano derecha. Cadavid dijo que se reintegró a la entidad como bombero voluntario el 14 de marzo, un día después de quemarse en las elecciones legislativas, a las que se lanzó como candidato a la Cámara por Antioquia con aval de Cambio Radical; obtuvo 19.910 votos tras una campaña en la que su condición bomberil fue una de sus banderas. González explicó que él en este momento está como representante legal suplente y como comandante.

Por su lado, el excandidato negó lo dicho por los bomberos y argumentó que la sobretasa bomberil en Itagüí representa en promedio $1.500 millones anuales, destinados a funcionamiento técnico, administrativo y operativo de la entidad. También afirmó que los empleados de planta reciben el pago oportuno con las prestaciones sociales y que cuentan con todos los uniformes, trajes y equipos para prestar el servicio.

“Nuestro parque automotor es de los más completos entre los cuerpos de bomberos voluntarios de Antioquia”, anotó y agregó que a los voluntarios se les garantiza alimentación, capacitación continua y elementos de protección personal, por lo cual, para él, es “descontextualizado” decir que hay falencias con la dotación.

En ejercicio de sus funciones, Cadavid y González firmaron contratos en los últimos dos años. Cuatro de ellos, que revelamos en diciembre pasado, fueron con el Amva en 2021: dos los firmó el excandidato en marzo y los otros dos los suscribió González en noviembre; entre todos sumaron $14.500 millones, con el objeto de capacitar a los demás cuerpos de bomberos del área metropolitana y trabajar con comunidades en gestión del riesgo.

Nueve contratos más los firmaron con la alcaldía de José Fernando Escobar, y suman en conjunto $7.594 millones. Seis de ellos los firmó Cadavid, entre el 24 de enero de 2020 y el 13 de agosto de 2021, equivalentes a $4.704 millones y correspondientes a tres objetos distintos: atender emergencias municipales, como incendios, explosiones, derrumbes, inundaciones, deslizamientos y otras calamidades; prestar servicios profesionales para la gestión y operación del sistema de emergencias médicas; acompañar a la Subsecretaría de Gestión de Desastres de Itagüí en la revisión, actualización y articulación de los planes municipales de riesgo de desastres y de cambio climático; y fortalecer la red del sector salud para atender emergencias de salud pública.

Los tres restantes, por valor de $2.547 millones, los suscribió González, entre el 29 de septiembre de 2021 y el 1 de enero de 2022, cuando Cadavid estaba con licencia para dedicarse a su candidatura. Los objetos fueron poner en marcha el primer centro de traslado por protección del municipio, acompañar en la gestión y operación del programa de salud en emergencias y desastres y prestar servicio de atención a las distintas emergencias del municipio.

Estos son los dos contratos más recientes:

Por el momento, varios bomberos esperan que a la institución se le ponga una lupa auditora que permita evidenciar las condiciones que los tienen inconformes. Si tiene más información sobre este tema, puede comunicarse con nosotros al correo investigaciones@elcolombiano.com.co.