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Nueve atentados en 13 meses, que dejaron en total 17 muertos -16 uniformados y una mujer civil- y cuyo foco fueron policías y militares hablan de lo peligroso que se volvió el corredor vial a Urabá y la región del Occidente antioqueño, una zona que parece ya dominada por el Clan del Golfo, la organización delincuencial a la que se le atribuyen los ataques.
Los últimos dos atentados hablan de la osadía que alcanzó este grupo armado en la región, pues en un solo día, el domingo 3 de julio, atacó en Uramita en horas de la tarde y en la noche repitió la acción en el vecino Peque, ubicado a poco más de una hora de allí por carretera.
En ambas acciones el objetivo fue la Policía: en Uramita fue atacada una patrulla que se dirigía a atender un requerimiento ciudadano, hecho que dejó como resultado la muerte del intendente Wílmer Genes, comandante encargado del comando policial de la localidad, y otros dos agentes heridos. En la noche, los delincuentes atacaron la estación de Policía, pero en este caso la víctima fue una mujer de 32 años identificada como Paula Giraldo Londoño, quien estaba cerca de la sede institucional; también sufrió heridas en un brazo un policía.
Como es evidente que no se trata de un hecho aislado sino de una estrategia de guerra de esta organización criminal contra la Fuerza Pública, expresada en los diferentes atentados (ver infografía), las autoridades ven clara la conexión de los dos hechos. El coronel Daniel Mazo, comandante de la Policía Antioquia, culpa de los atentados al frente Edwin Román.
Este grupo está al mando de alias “Richard”, de quien las autoridades informan que hizo parte de la guerrilla de las Farc y se pasó al Clan del Golfo tras los acuerdos de paz de 2016: “Él está al mando de un componente grande de delincuentes que están en el Occidente sembrando terror, asesinando, matando a la comunidad y ahora atacando a la Fuerza Pública”, dijo el coronel.
Dominio del corredor
El oficial Mazo reveló algo del prontuario delictivo de “Richard”. Lo señaló de ser un delincuente que ingresó al Clan del Golfo como sicario, que luego pasó al manejo de las finanzas y ahora domina el componente delincuencial hacia el Occidente, “donde viene creando terror, cometiendo homicidios, extorsionando a la comunidad y adueñándose de los bienes y la economía de los ciudadanos”.
Es un hecho que las cifras de criminalidad se han incrementado en los dos últimos años en la región, compuesta por 19 municipios. Con corte al 4 de julio, mientras en 2020 allí se presentaron 47 homicidios, en 2021 la cifra se elevó a 66 y en 2022 iban 55. El registro indica que en el último año bajó, pero la cifra sigue siendo elevada dado que históricamente no ha sido una región de mucha criminalidad.
El oficial Mazo precisó que ya las autoridades tienen orden de captura contra “Richard”, que incluso está en el cartel de los más buscados junto a sus apoyos. Entre estos está alias “Silvestre”, quien aparece en el perfilamiento judicial como un cabecilla de zona, con amplio dominio en el sector de Uramita, donde ejecuta hechos criminales como el homicidio.
Más allá de lo que informa el comandante, el analista del conflicto armado Fernando Quijano, presidente de la corporación Corpades, expone que el Occidente ya es una zona de dominio de las Autodefensas Gaitanistas (Clan del Golfo), dado que las autoridades le dejaron coger ventaja. El hecho de que ya protagonice ataques y atentados en zonas como Santa Fe de Antioquia, en plena zona turística, deja entrever su intención de extenderse por todo el corredor desde Medellín hasta Urabá.
“Ellos ya se tomaron el Cañón de La Llorona (Dabeiba), se afianzaron en todo Occidente y están en un proceso de expansión y consolidación”, expone Quijano, quien recuerda que durante el paro armado del pasado mes de mayo por la extradición a Estados Unidos de alias “Otoniel”, protagonizaron varios hechos de violencia, incluso con un ataque a una caravana policial que acompañaba a particulares que iban hacia la región a llevar gas.
El hecho de que en la zona se construyan proyectos como el Túnel del Toyo y los puertos de Urabá constituye una oportunidad para ellos manejar negocios “legales e ilegales” en una zona donde prácticamente no tienen contrapeso, porque las Disidencias de las Farc no han logrado consolidarse y el ELN aparece muy esporádicamente con alguna acción, advierte el analista.
La problemática llevó incluso a que los alcaldes de la región elevaran un SOS para que las autoridades para que no los dejen solos, y el alcalde de Frontino, Jorge Hugo Elejalde, dijera que es consciente de que puede ser asesinado .
Periodista egresado de UPB con especialización en literatura Universidad de Medellín. El paisaje alucinante, poesía. Premios de Periodismo Siemens y Colprensa, y Rey de España colectivos. Especialidad, crónicas.