En los últimos días, se han conocido varias iniciativas para promover la seguridad alimentaria en la capital antioqueña, como la reciente alianza de la Alcaldía de Medellín con entidades naciones e internacionales para evitar el desperdicio de alimentos, en vista de que el 42% de los desechos que se generan en la ciudad corresponden a comida que se bota.
Pues ahora, bajo esta misma línea, pero también con un foco de investigación académica, el Tecnológico de Antioquia acaba de inaugurar este miércoles 28 de agosto una estrategia novedosa en instituciones de educación superior del departamento: el Campus de Soberanía Alimentaria.
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Además de una huerta, este espacio cuenta con un invernadero aeropónico vertical automatizado, el primero que se instala en una institución de educación superior del país, según explicaron desde el T. de A. Se trata de un proyecto piloto con un doble objetivo, promover la investigación y la práctica académica, así como mejorar las condiciones de producción limpia, al tiempo que se abre como una despensa de alimentos para los estudiantes.
Para entender mejor, este piloto incluye un laboratorio de agrotrónica, un lugar donde se enseñarán nuevas técnicas para la producción de alimentos y se promoverá la investigación en el campo. “Hemos instalado en colegios, pero el T. de A. sería la primera institución de educación superior en adquirir un sistema aeropónico vertical automatizado en el país”, afirmó Juan Camilo Hoyos, CEO de Agricultura Vertical Eficiente (AVE), empresa autora de este sistema.
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Este miércoles presentaron el invernadero semicubierto que contempla el proyecto y que alberga dos unidades productivas aeropónicas verticales automatizadas de 20 metros cuadrados cada una, con 20 torres verticales, con capacidad de 28 plántulas por torre. Esto se traduce en que se puede lograr una producción total de 560 plantas por sistema, en un ciclo de siembra de 38 días aproximadamente.
Este sitio está dotado con elementos tecnológicos que permiten su funcionamiento, como una red interna de comunicación (transmisión de datos-wifi), cámaras, sensores, sistema de control para la dosificación de agua o nutrientes y generación de tableros de seguimiento. Con esto se puede hacer un monitoreo remoto a variables ambientales, con el fin de tener datos precisos sobre el avance del cultivo y tomar mejores decisiones frente a lo que se deba hacer con el mismo.
Cultivos sostenibles
Desde el Tecnológico de Antioquia explicaron que la aeroponía permite cultivar plantas de manera eficiente y sostenible. Hay que tener en cuenta que en este caso su crecimiento no se sustenta en la tierra, sino “en una solución nutritiva y equilibrada, la absorción de nutrientes es un proceso activo y controlado para garantizar mayor disponibilidad”. Y es aquí donde el monitoreo constante de factores como la conductividad eléctrica, la temperatura y la humedad son fundamentales para garantizar el desarrollo y crecimiento de las plantas.
En la inauguración que lideró el rector del Tecnológico, Leonardo García Botero, también señalaron que este sistema permite ahorrar hasta en un 98% el agua que se gasta en la agricultura tradicional. Esto es posible porque el líquido recircula y se reutiliza sin perderse por evaporación, la aireación asegura que las raíces tengan acceso al oxígeno y al ser cultivos verticales se optimiza el espacio.
Además, se utiliza menor cantidad de desechos y fertilizantes porque las plantas absorben todos los nutrientes que necesitan de la solución nutritiva sin desperdicios y el control permanente del ambiente hace que estén menos expuestas a plagas y enfermedades. Por ello, desde la institución universitaria ven esta apuesta como una forma de promover una agricultura con menor impacto ambiental, a menores costos y sin tanto desperdicio de recursos que se convierta en una herramienta útil para garantizar la seguridad alimentaria.
Al mismo tiempo, buscan que se dé un relevo generacional en el campo con nuevas técnicas que puedan ser implementadas por los jóvenes. “Es poder volver a motivar a todos esos jóvenes y mostrarles una realidad diferente del campo, en base a la tecnología, como los sistemas tecnológicos de punta, como lo son los sensores de humedad, temperatura, el internet, llevan a que los jóvenes vuelvan a tomar interés por el campo, por la producción de alimentos”, dijo el ingeniero Hoyos.
Finalmente, desde la institución resaltaron que el proyecto, junto a la huerta, también servirá como despensa de alimentos para la comunidad universitaria, entre la que se encuentran estudiantes en su mayoría de los estratos 1, 2 y 3, casi todos apoyados con el programa Fondo Alimentario de Bienestar Universitario, como una estrategia para garantizar la permanencia en el sistema educativo.
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