En 2023, por lo menos un niño del Oriente antioqueño fue abusado sexualmente cada día. El aterrador dato fue acotado por la periodista Paula Bernal en su escrito publicado en el periódico La Prensa Oriente a finales de abril.
Pero si el panorama en el Oriente es sombrío ni que decir en el resto del departamento donde según el Sivigila se reportaron 4.587 incidentes que involucran niños en delitos como acceso carnal, acoso sexual, actos sexuales, explotación sexual y mutilación genital.
Allí, el principal porcentaje de víctimas lo concentran las mujeres con un 68% y los adolescentes (niños entre 12 a 17 años) que son el 86% de las víctimas. No se debe pasar por alto que el 8% del total de víctimas del Aburrá son niños de 0 a 5 años de edad.
Pese a las campañas desplegadas por las autoridades, así como la visibilización que está teniendo la problemática del abuso infantil y las necesidades de protección de la niñez, este tipo de delitos siguen al alza por tercer año consecutivo, pues mientras que en 2023 fueron 4.587 incidentes, en 2022 fueron 4.208, en 2021 3.312 y en 2020, 3.129 casos.
Este oscuro panorama que hoy enfrenta la niñez debe invitar a una reflexión de la sociedad para que se pongan fin a estas prácticas aberrantes, sino, se seguirán registrando tan dolorosos casos como los que reflejan estas frías estadísticas que no perciben ni de lejos el drama para los pequeños y sus familias.