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Una alternativa para respaldar las necesidades de formación

La ley permite utilizar esta prestación social para sufragar los costos educativos.

  • Las cesantías, junto con un plan de ahorro adicional, posibilitan el acceso a estudios. Conozca cómo utilizarlas de manera adecuada. FOTO sstock
    Las cesantías, junto con un plan de ahorro adicional, posibilitan el acceso a estudios. Conozca cómo utilizarlas de manera adecuada. FOTO sstock

Cancelar la matrícula del hijo en la universidad representa para muchas familias un esfuerzo singular cada semestre. Lo retador es definir de dónde salen los recursos: ahorros, crédito bancario, financiación de la institución educativa, subsidios parciales, becas de empresas o primas legales y extralegales.

En realidad, detrás de cada estudiante hay una historia diferente y la manera como logra pagar su formación, depende del poder adquisitivo, la planeación y la disciplina financiera.

Entre quienes tienen el privilegio de contar con un empleo formal, una manera de garantizar el pago de la educación de los hijos es mediante las cesantías. “Pero la persona debe tener un propósito claro: ese dinero lo va a destinar para la educación de los hijos”, subrayó el entrenador en comportamiento financiero, Diego Martínez.

En otras palabras, el trabajador que recibe anualmente cesantías tiene que asumir el compromiso de dejarlas quietas casi que exclusivamente para ese objetivo. Incluso, el experto cita como ejemplo, que si el empleado queda cesante no debe tocar ese ahorro.

Y para facilitar el logro del objetivo, recomienda ahorrar también los intereses a las cesantías y evitar que este pago adicional se vuelva plata de bolsillo.

Optar por el ahorro, como propone Martínez, permite saber cuánto tiempo se requiere para acumular lo necesario. Adicionalmente, el experto sugiere complementar con un seguro para que, en caso de suceder algo, la educación de los hijos quede cubierta.

Con ayuda de los fondos

Martha Rocío Rodríguez es la vicepresidenta de Operaciones y Servicio de Colfondos. Ella confirmó que el 13,5 % de los retiros de los afiliados del fondo de cesantías de esa AFP tiene como destino algún proyecto de educación.

Según la ejecutiva, la recomendación es no retirar las cesantías de manera anticipada y elegir un portafolio de largo plazo para que pueda obtener rentabilidad sobre los ahorros. “El principal objetivo es la búsqueda de la rentabilidad en el largo plazo para hacer crecer el ahorro, aunque implique mayor riesgo”, explica y recuerda que el afiliado tiene dos caminos: consolidar el ahorro (es decir, no hacer retiros para fortalecer el capital) o seleccionar un multiportafolio de largo plazo (diseñado para quienes tienen objetivos de futuro y buscan rentabilidad).

Por su parte, la gerente de Ahorro para el Retiro de Protección AFP, Claudia Coutin Gutiérrez, señala que la entidad crea mecanismos para que el afiliado pueda aprovechar mejor los recursos que le consigna su empleador. Cita como ejemplo los convenios vigentes con cerca de 80 instituciones universitarias del país para facilitar el trámite y que los recursos sean transferidos directamente.

Otras alternativas

La Gerente de Ahorro para el Retiro de Protección AFP menciona que el afiliado puede tomar productos de ahorro voluntario que le facilitarán el objetivo. Precisa que la oferta comprende opciones de ahorro básicas y especializadas.

Ejemplo de ello, dice, es Protección Hijos, alternativa diseñada para ahorrar de manera flexible y con seguro de vida. “Lo que hacemos es sentarnos con el cliente, crearle un plan de ahorros personalizado, con una proyección en el simulador que incluye el valor del semestre en la universidad y, de acuerdo a la edad del hijo, le podemos decir: para tener la plata y pagar el semestre cuando su hijo salga del bachillerato, necesita ahorrar tanto”, detalló. Así, el afiliado empieza a hacer el ahorro en una cuenta exclusiva, sin monto establecido y acumula el dinero que no se podrá retirar hasta cuando llegue el momento de pagar la matrícula.

Como lo expresó la directiva de Protección, al afiliado o el responsable de construir el ahorro (porque no es exclusivo para vinculados a los fondos de la AFP) se le pueden hacer cálculos de seguros de vida y de invalidez para que, si llega a pasarle algo, entre el seguro a cubrir la totalidad del dinero proyectado: “si la universidad vale $80 millones y la persona llevaba $20 millones ahorrados, pero fallece o queda inválida, entonces el seguro completa la diferencia”, precisa Claudia Coutin.

Pero hay productos más avanzados, en los cuales el ahorro para educación (como complemento del correspondiente a cesantías) se puede consolidar. Eso sí, asumiendo la disciplina con el ahorro mínimo y tomando mayor riesgo para lograr más alta rentabilidad. En algunos, además, con beneficio tributario. Los seguros, en estos productos, también son más grandes, en la prima y en la cobertura

535.000
millones de pesos fueron los retiros para educación en 2021 en los fondos privados.

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